Resiliencia ante la incertidumbre

En estos momentos donde se pretende que la vida vuelva a una nueva normalidad tras el confinamiento y el impacto del COVID19, se ha hecho imprescindible poner la atención en el bienestar psicológico de las personas intensamente afectado por los meses vividos.

Necesitamos fortalecernos psicológicamente para afrontar estos altos niveles de incertidumbre e inseguridad de una forma proactiva, deliberada y estructurada. No podemos dejar al mero devenir la recuperación y afrontamiento psicológico de esta complicada y prolongada situación.

Las empresas tendrán, también, que poner como prioridad en sus planes de atención al trabajador este fortalecimiento para facilitar el aprendizaje de estrategias de afrontamiento funcionales.

A nivel social, es necesario también actuar. El tema del afrontamiento psicológico es de tal nivel que incluso los políticos lo están incluyendo en su discurso. Así el presidente del gobierno ha dado una conferencia ante el círculo de grandes empresarios cuyo título incluye la palabra “resiliencia”.

Por ese motivo me han entrevistado en Radio Nacional de España con el fin de que explicara qué es la resiliencia.

Y merece la pena conocerlo porque la resiliencia es uno de los fenómenos humanos más interesantes que, en estos momentos de crisis, adquiere una importancia capital para la salud psicológica y el afrontamiento de las consecuencias de la pandemia.

¿Qué es la resiliencia?

En las ciencias físicas hace referencia a la propiedad de ciertos materiales de recuperar sus condiciones iniciales después de ser sometido a fuertes presiones. A nivel psicológico, se utiliza para denominar la capacidad que tenemos las personas de adaptarnos a condiciones difíciles y superar la adversidad.

Es una capacidad ordinaria, no es algo extraordinario que unos tengan y otros no o que sólo la tengas a veces, la tenemos en nuestro ADN y eso nos permite superar las situaciones duras de la vida.

Tres son los elementos del concepto:

  1. Hay una adaptación positiva, es decir, las personas somos capaces de innovar respuestas útiles.
  2. Ante situaciones adversas, estresantes.
  3. Hay una superación psicológica y como consecuencia se sale con una capacidad nueva y reforzada para afrontar nuevas situaciones difíciles.

Va más allá del término entereza porque implica no sólo el afrontamiento sino un aprendizaje y, con ello, un incremento de la capacidad de la persona de hacer frente a los retos habituales de la vida.

En el nivel de resiliencia de una persona influyen muchos factores: entorno social, laboral, nivel socioeconómico, bioquímica, fisiología, cognición, biografía, cultura.

La persona pasa por un proceso de aprendizaje e incremento de su resiliencia, no es un fenómeno de todo o nada.

Es una tarea de cada uno porque el fortalecimiento psicológico es un trabajo personal, hay que hacerlo, nadie puede hacerlo por ti. Es como las dietas, cada uno tiene que hacerla no sirve que la haga otro por ti.

El caso de Elías

Elías es un periodista de 40 años que ha visto cómo el confinamiento “minaba su moral”. Ha sentido como las informaciones constantes de malas noticias le absorbían. Poco a poco se ha visto perder ánimo, la esperanza y ganas de hacer nada. El tedio de la monotonía en casa, trabajando en casa, con los niños en casa le ha sobrecargado y el desánimo le ha podido. Se ha dado cuenta de que como muchas otras personas no contaba con recursos suficientes para recuperarse o al menos así lo ha interpretado. Busca el servicio de Psicología Coaching pensando que, como en realidad no le pasa nada malo, sino que tiene que enfocarse en los objetivos de trabajo será el medio adecuado para recuperarse rápidamente.

Gracias al proceso cambia su mirada desde lo que le falta y el problema a su capacidad y lo que está en su círculo de influencia. Se desarrolla un proceso de cambio cognitivo, de aprender a pensar con eficiencia ante las dificultades y de construcción de su capacidad de resiliencia. No es suficiente recurrir a su fortaleza interna, necesita aprender a pensar, mejorar el concepto que tiene de su auto-eficacia y confiar en su propia capacidad para enfocarse de forma que pueda hacerse con la situación y eso es un proceso rápido que incrementa sus recursos. Como resultado, además, se produce un fortalecimiento psicológico imprescindible para hacer frente a los nuevos desafíos que el COVID19 aún nos traerá.

La resiliencia se construye con acciones concretas y se destruye también con acciones contrarias. Es una capacidad incremental y dinámica que puede crecer con la propia vida pero sobre todo si hacemos aquello que nos va a llevar a pensar eficientemente.

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