emociones capacitantes

 

EMOCIONES CAPACITANTES. Su gestión en el desarrollo de persoportadanas: coaching, liderazgo, educación.

 Emociones capacitantes es un término y un modelo de trabajo con las emociones fundamentado en la función que las emociones tienen en nuestra vida, el para qué nos sirven y su papel en la “forma de ser” y comportarse de las personas. Con este modelo se comprende a qué responde la emoción, qué función tiene y qué nos permite hacer. Al conocerlo podemos gestionar las emociones con más facilidad para conseguir una mayor capacidad de acción acorde con nuestros objetivos y un mayor bienestar personal. Su valor en las actividades de desarrollo de personas, como son el ejercicio del liderazgo o la docencia, y singularmente en los procesos de coaching es especialmente significativo ya que

 lo que una persona termina haciendo, tanto en fondo, como en forma, está fundamentado en una emoción.

Dado que el coaching facilita acciones diferentes, trabajar las emociones en las que se fundamentan las nuevas acciones se convierte en una técnica esencial para el coach.

El modelo de emociones capacitantes se caracteriza por su carácter integrador, sistémico y práctico que convierte sus propuestas en una guía útil para toda persona que trabaja en el desarrollo de otras personas: maestros, profesores, mentores, líderes, coaches.

Es fruto de una exhaustiva revisión bibliográfica, trabajo con Focus Group, y una dilatada experiencia acumulada en el ejercicio del desarrollo de personas.

Cada emoción es abordada de forma multidimensional contemplando a la persona como un sistema en sí misma, y teniendo como foco principal a qué responde la emoción, qué información nos aporta, y las posibilidades de acción que nos genera.

Con ello se clarifica el papel de las emociones y se consigue un marco operativo sencillo para entenderlas y gestionarlas, que es especialmente útil en el coaching.

La fórmula de trabajo “emoción-acción” vincula de forma rápida y eficaz las diferentes emociones con las sensaciones fisiológicas, los sentimientos, el pensamiento y su lenguaje asociado, el comportamiento, la acción, y en definitiva la forma de ser o personalidad. Este modelo por su sencillez operativa resulta de una enorme utilidad para conseguir la “acción adaptada”, objetivo final de un proceso de Coaching.

El modelo de emociones capacitantes constituye una guía esencial no sólo para comprender y gestionar las emociones de forma funcional, sino para aprender a generar emociones adecuadas a los objetivos que nos planteamos.

 

Estructura del libro

El libro se estructura en tres partes.

En la primera parte se explica qué son las emociones y qué papel ejercen en nuestra vida desde una perspectiva evolutiva y funcional recogiendo el conocimiento de la investigación actual en neurociencia. A través de un recorrido por el origen evolutivo de las emociones, y señalando, por un lado, las estructuras del cerebro implicadas, y por otro lado, su valor funcional, se comprende cómo las emociones son la clave para la mejora de la capacidad de sobrevivir de las personas, tanto en el medio ambiente físico, como en el medio ambiente social, ya que tienen un valor adaptativo, motivacional y grupal. Se trata con ello de comprender la naturaleza y función de las emociones desde la rigurosidad de la perspectiva científica.

En la segunda parte se presenta una clasificación original bajo el término de “emociones capacitantes”, centrada en la gestión de las emociones y las posibilidades de acción que nos abren.

Cada emoción es descrita de forma multidimensional contemplando a la persona como un sistema en sí misma, y teniendo como foco principal a qué responde la emoción y la información que nos da sobre cómo interpretamos lo que ocurre, y las posibilidades de acción que genera. Con ello se clarifica el papel de las emociones y se consigue un marco operativo sencillo para entenderlas y gestionarlas, que es especialmente útil en el campo del desarrollo de personas: educación, liderazgo y coaching. Con el modelo “emoción-acción” se vinculan las diferentes emociones con el pensamiento, el comportamiento y la acción de forma rápida y eficaz.

modelo de emociones

 

 

 

 

 

 

 

TESTIMONIOS

“Desde las primeras páginas del Libro: “Emociones Capacitantes” de la Dra. Isabel Aranda ya estaba aprendiendo mucho sobre este fascinante y crucial mundo de las emociones. De manera magistral, Isabel nos regala en cada página de su libro una perspectiva fresca, sencilla y tangible sobre el tema, especialmente porque nos ayuda a encontrar aplicaciones prácticas en nuestro día a día. Isabel en persona es el vivo reflejo de su libro: frescura y sencillez que llevan dentro grandeza humana y las más excelsas calidades profesionales. Muchas gracias Isabel por permitirme conocerte, muy grata experiencia!” 

Eddys Ferrer Cintra, M.D.

“¡Ya tengo el libro  que he devorado ávidamente!. Me ha parecido interesantísima la caracterización de las ocho emociones básicas que propones, incluyendo la aceptación, así como las indicaciones y sugerencias que propones en cada caso para trabajarlas en un proceso de coaching. ¡He tomado buena nota!”

Rebeca Valdeavero

 

«La autora de este libro en mi opinión tiene muy claro el objetivo, hacernos ver a los demás lo complicado de las emociones de una forma sencilla, fácil. Creo que no todo el mundo es capaz de tener ese talento llamado Sencillez. Hay que dedicar muchas horas para llegar a disponer de él y expresar de esa manera despojado de lo secundario. Gracias Isabel por saber sacar la esencia y regalárnosla”.

Carmen Cánovas. Psicóloga coach

 “Quiero darte mi enhorabuena y las gracias por lo didáctico, clarificador y sistematizador de tu libro. Me ha encantado y valoro como soberbio el trabajo que has realizado para exponer y diseccionar la esencia de lo que conoces sobre emociones, muy especialmente los aspectos más conductuales (y por tanto, observables) de cada una de ellas. Ya he empezado a recomendar su lectura a compañeros coaches y también a los alumnos que se están certificando en la escuela con la que colaboro”.
Belén Fuentes Izquierdo. Psicóloga experta en Coaching

«La emoción creada como valor. Conozco a Isabel y disfruto de ella en cada reunión en la que estamos juntas.Aprendo de ella siempre. Ha sido un libro digno de ella. Claro, ameno, conciso, desde el rigor científico.  Un libro que de una forma maestra selecciona las emociones de aceptación, alegría, ansiedad, asco, enfado, ira, sorpresa y tristeza para mostrar un modelo capacitante, un modelo empoderador. Un modelo sugerente, proveedor de aprendizajes, de ideas. El entendimiento entre razón y emoción se hace realidad. La explicación y el detalle al que llega en los componentes que describen las emociones es majestuoso, y no quedándose ahí, aporta orígenes, explicaciones, duraciones y el maravilloso para qué del mundo emocional. Sin duda un libro que no puede faltar en la biblioteca de aquellos que nos dedicamos a las Emociones y la Psicología.”

Elena I. Daprá Castro. Psicóloga Experta en Coaching (PsEC), Psicóloga clínica especialista en Gestión Emocional.

 

Una pequeña historia: La experiencia de José Francisco González al leer el libro “Emociones capacitantes”. Entre reseña, reflexión y recomendación.

I

«Leo tu libro y paso a comentarte.

Es una gran obra, muy documentada, científica, divulgativa y profesional, según mi punto de vista.

Sobre los libros que me interesan, les echo un vistazo, leo partes que me motivan y luego ya me sumerjo en una lectura pacífica y lenta…

Voy por la pg.41. En esa fase de reposo: ¿Cómo sentimos nuestras emociones?…

A mí personalmente como psicólogo (cada uno tiene sus inclinaciones) me alucina todo lo que se relaciona con el cerebro,  me gusta mucho la microfuncionalidad a nivel bioquímico y bioeléctrico  (o sea la Biopsicología), y lo que es macrofuncional y lo psicofisiológico, me encanta!!!!..

¿Por qué te digo esto?

…porque desde el punto de vista de las emociones, tal como lo abordas tú en el libro, lo haces sencillo y ameno, además de darle esa importancia filogenética en la que enmarcas los asuntos emocionales que me parece esencial…

Te doy también un toque sobre la narrativa, pero es una conclusión muy particular, por si te vale:

A mí me gusta mucho, como bien haces tú, el tratar las cosas complejas,  con sencillez narrativa, eso es complicado de lograr. Ahora, aquí es donde me atrevo a darte una idea por si te vale…

¿Recuerdas lo que me contaste tan apasionadamente sobre el descubrimiento que hiciste de la emoción que tu llamas de «asco» en aquel directivo?… ¿y todo lo que rodea a ese caso?…

Fue para mí alucinante!!!!..

Pues, si llenas también de anécdotas, con una narrativa literaria oportuna tu obra, te aseguro que engancharías de modo total!!!!,  claro, en lectores que no sean especialistas (es una humilde opinión)…

Ya sabes que eso es lo que hacen muchos divulgadores científicos americanos de gran éxito mundial, y a lo mejor te gustará experimentar con la enorme cantidad de anécdota que tienes… por lo que  yo te pude escucha en la entrevista sobre tu ejercicio profesional…

Eso nada tiene que ver con que lo haces genial, correcto, bien marcado… en fin…

Bueno no quiero alargarme más, ya te diré más cosas pero más adelante…, ya te digo que tu libro EMOCIONES CAPACITANTES me encanta!!!»

II

«Hola, Isabel, hoy hace un día precioso, nada como disfrutarlo con una buena y tranquila lectura, por ejemplo, con Emociones Capacitantes…

Retomé la lectura y me deslicé por el capítulo tercero:

Cómo sentimos nuestras emociones…, luego pasé a…

…Cómo sentimos las emociones de los otros… y…

…De la emoción a la acción, y, me quedo en el inicio de la 2ª parte:

Cuáles son las emociones…

No voy a decirte lo que ya tú explicas y describes a las mil maravillas, sino hacerte comentarios personales sobre lo que me va evocando la lectura.

He intentado ver tu pensamiento, me dije desde luego podría explicar las cosas con más enredos científicos y más tecnicismo si quisiera, pero, ella, Isabel, nos va esquematizando, prefiere que las cosas sean claras y concretas, y desde luego muy planificadas, y sencillamente me gusta, porque sigo viendo que el libro se guía por el principio: lo complejo míralo con sencillez y rigor:

cómo sentimos(e),

como sienten (e) y

cuál es el patrón de la acción (e):

¡perfecto!, tres capítulos cortos pero muy esencialistas, yo diría que maravillosamente esquemáticos…

Empecé a ver lo que me sugeriste en la entrevista: diferenciemos lo que es emoción de lo que es sentimiento, de lo que es afecto… y aquí se ve claro, fíjate Isabel, que el tema de las emociones es algo que a la psicología siempre se le había atragantado, y cuando tú lo describes con tantos datos de autores e investigaciones, se entiende muy bien, incluyendo la anécdota ejemplo del encuentro entre José y el amigo que le palmotea por detrás y las diversas modalidades de reacción…

Me recordaste la importancia que tuvo Darwin, yo siempre he tenido la obra que dio pié a las investigaciones de Ekmam, del que tú hablas reiteradamente en varias ocasiones, que incluye la emoción de asco, pues, este investigador de la Comunicación no Verbal, siempre la nombra como fuente de inspiración. Me refiero a la obra de Darwin: “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre”. Yo tengo la edición de Alianza Editorial, que sacó esta editorial hace décadas, en 1984, es una obra genial que anticipa y da pie inaugural, como bien sabemos, a ciencias modernas como la nuestra, yo la tengo todavía entre mis lectura de mesa, y es sorprendente revisarla una y otra  vez…

Quería decirte con esto que me siento en paralelo y profundamente identificado con la manera de entender que tú tienes la psicología, con esa amplitud de miras que vas defendiendo a lo largo de estas páginas: documentas desde todos los modelos, tienes presentes cualquier dato relevante, venga de donde venga, siempre que esté bien contrastado…

En fin, que me vuelvo loco contigo sacando conclusiones sobre el mundo emocional… pero lo que me ha encantado de verdad es ver cómo también desde la paleontología te recreas y citas, por ejemplo a J.Luis Arsuaga, bueno tengo visto muchos de sus libros, el último que ha escrito con el psicólogo Manuel Martín Loeches titulado “El sello indeleble” plantea para los psicólogos una cantidad grande de potenciales investigaciones, y ver en tu libro como vas integrando ese carácter filogenético en nuestro presente ontogenético, en este tema, sobre las emociones, me encanta, y además como digo integrando una enorme cantidad de tendencias científicas…

Bueno, me gustaría hacerte muchos comentarios más pero temo alargarme y que te canses, sin embargo según vaya leyendo te comentaré más, si no me dices lo contrario,  para mí es además tu libro un libro para la consulta, casi como un manual…ummm!!!

…Ah!, otro autor que me gusta mucho en el sentido evolutivo es Steven Pinker…»

III

«Bueno por aquí la tarde se ha estropeado, y como dice el dicho: en abril lluvias mil…

Leo cuando puedo y me dejan las circunstancias, así que retomada la lectura fui de nuevo sorprendido por lo que describes, fluyendo mí pensamiento en los alrededores del tuyo…

…Inicié la lectura en el 2º capítulo, pero en el correo anterior me dejé pendiente de comentarte el esquema de la pg. 57… por lo que ahora empiezo ahí:

El esquema lo recuerdo como una imagen icónica intensa en mi memoria:

EMOCIÓN-CUERPO-SENTIMIENTO-PENSAMIENTO Y ACCIÓN,

(en retro-alimentación continua que va de la emoción a la acción y a la inversa.).

Como te digo, Isabel, se me pasó decirte, que en ese color amarillo que se ve pequeñito a la izquierda del esquema, hay una palabra  que activó vivamente mi curiosidad:

«neurotransmisor».

Porque los neurotransmisores sabemos que son portadores, en la microfuncionalidad del sistema nervioso, de secretos casi insondables, dentro de la naturaleza, y, que encierran las llaves misteriosas de la conectividad entre las neuronas.

Detrás de la emoción, más a la izquierda de tu esquema, se esconde el secreto de la bioquímica, de lo más ínfimo. A través del axón de una neurona, esas vesículas sinápticas viajan repletas de neurotransmisores que llegan hasta el botón axónico, donde son vertidos sobre las hendiduras sinápticas gracias a las compuertas de calcio, y cuyo efecto llega hasta las linde de la orilla de las otras neuronas, provocando esos neurotransmisores reacciones excitatorias o inhibitorias…

En realidad, desde ese pequeño color amarillo del dibujo, me fui más atrás, donde se divisa el universo elemental de la energía…

alucinante!!!…

tú, en el libro, me llevabas desde ese universo minúsculo  hacia el puerto de la EMOCIÓN (cuerpo-mente, sentimiento, pensamiento y acción) pero claro, esas misma flechas regresaban, desde las acciones otra vez hasta el pensamientos, el sentimientos, el cuerpo y la EMOCIÓN  y de ahí retornar al mundo de la energía primaria, de lo químico, lo eléctrico, al mundo del subsuelo  físico-energético…

y así arribé en el 2º capítulo: Cúales son las emociones…

Ahora voy por la emoción de ASCO (pg…114) y no pude evitar acordarme del directivo con cara de asco que me grabaste en la entrevista…

Ya veo que vas ilustrando con los casos ejemplos de lo que describes y al llegar a esta página 114 donde estoy ahora saqué la conclusión de que tu libro estará entre mis libros que son manuales de consulta, tus descripciones marcan minuciosamente cada una de las ocho emociones capacitantes haciendo que lo complejo se vea sencillo…

Para no alargarme mucho, y no cansarte, solamente te comentaré lo que pensé al leer el inicio de este  segundo capítulo…

Ya te dije, en mi correo anterior, sobre lo mucho que me apasiona el  libro “La expresión de las emociones en los animales y el hombre…” de Darwin (al que tú haces continua referencia sin nombrarlo) y las investigaciones de la CNV de Ekman,  me encanta como éste tema de la CNV la integras tú en esta parte…, de verdad!!!

…así que volví a curiosear  los alrededores de tus ideas y me detuve en lo que escribes en: “La expresión facial y corporal” (pg. 71)…,

¡¡¡genial!!!, ¡¡¡bingo!!!,

La CNV aparece integrada en el flujo de tus pensamientos como un elemento clave, esencial en el interludio de las emociones capacitantes, de cada una de ellas, y básico en el sistema de interacción y comunicación, así va surgiendo la naturaleza universal y cultural de los gestos y la expresión de las emociones

(y…)…

El caso es que ( y ya termino con esto este correo, o, me mandarás a paseo) que volviste a tocar mi fibra sensible:

Si el libro de Darwin está ahí presente como un pilar de reflexión básica, otro pilar es el libro de Flora Davis, “La Comunicación No Verbal” de Alianza Editorial. Yo conservo una edición de bolsillo que compré cuando era estudiante de psicología, aunque la fecha es de 1972,  lo compré posteriormente, pero pocos años después.

Me maravilló esta obra que en la actualidad se sigue reeditando, ahí fue donde descubrí  las investigaciones de Ekman y luego fui comprando sus publicaciones hasta hoy…

De hecho, me impresionó tanto que yo he publicado varios libros sobre CNV. Uno que me sacaron en 1998, fue muy vendido, también en Hispanoamérica y referenciado por autores diversos, aunque simplemente se tratara de una divulgación de este asunto. El caso es que tú me estás enseñando ahora a considerar este tema dentro de una visión nueva que me encanta  dentro del mundo emocional, hacer este descubrimiento de la CNV dentro del orden de las emociones capacitantes, me da un nuevo interés en torno a la CNV y esto es lo que supuso lo para mí la lectura del capitulo 2º,

….. pero

ya lo dejo aquí…

mmm!!!,

me gusta tu obra

y por eso te escribo largo,

pues, suelo ser muy perezoso en alárgame en los e-mail más de lo necesario si no estoy muy motivado por ello…

Chao, Isabel

IV

«Es interesante llegar al gráfico, bastante llamativo, sobre el modelo “Emociones Capacitantes”,  no voy a describir detalladamente lo que se puede ver ahí pero son ocho las emociones básicas (ver página 81).

Me atrajo bastante la idea de que combinando estas emociones: ira, enfado, ansiedad, tristeza, asco, sorpresa, alegría, aceptación, afloraría toda la gama emocional humana, como los sietes colores del arcoíris encierra todo el espectro de colores posibles.

Bueno, este gráfico, anda también repleto de colores, como un arcoíris emocional. Con tu permiso, Isabel, yo lo voy a llamar también el arcoíris emocional del Modelo Emociones Capacitantes, bonito, ¿no?, arcoíris:  🙂

Si yo tengo ira, mi acción está en la banda de la agresividad, pero, si  yo tengo alegría estaré en la frecuencia del optimismo, es manifiesto, eso me permite en un caso la autodefensa y en el  otro ando en el ámbito la afiliación…

Está claro,

(quizás…)

Ya te dije, en cierta ocasión, que había leído a un autor considerar  que la alegría es la prima hermana del amor, en tu libro la enmarcas en la esfera del optimismo (propensión a los aspectos favorables) y de la afiliación (adhesión), estamos en las lindes de un sentimiento importante:

el amor. Parece bueno…,

pero, la ira que se relaciona con la agresividad y la autodefensa, parecería el lado malo de lo emocional, ¿tener ira es bueno o malo?,  dejas bien claro que no!!!!: no hay emociones ni buenas ni malas sino emociones  adaptativas y eso encuadra bien con lo que yo también pienso…

Cuando sentimos ira o alegría, ¿cómo encararlas?…

¡¡¡Buena pregunta!!!

Me he quedado muy pensativo cuando en el capítulo siete, leo: Las emociones, una a una. Y claro, repetir los cuadros que van apareciendo, emoción tras emoción, sería un exceso por mi parte, y para eso está el libro, como en un manual de consulta… Ahora bien, me voy a recrear sobre estas dos:

La ira y la alegría…

(a)La respuesta ante la ira y la alegría, (b) para qué la ira y la alegría, (c) los cambios fisiológicos, (d) la expresión corporal, (e) respiración, (f) expresión facial, (g) voz, (h) sensaciones, (i) espectros de sentimientos, (j) tipologías de pensamientos, (k) lenguaje, (l)  acción posible, (m) implicaciones sociales y (n) efectos en la salud…

Vas desgranando cada Emoción Capacitantes,  y son descripciones realmente interesantes para ver la complejidad que implica cada aspecto emocional, y aquí se recorren como en un mapa  de PNL el espacio de una ciudad  y eso me gusta, lo complicado lo vemos, en síntesis, fácil…

La próxima vez que te escriba, si no me dices lo contrario, te expondré sobre cómo veo yo dos de ellas, pues ir comentando las ocho emociones capacitantes descritas por ti sería un exceso por mi parte y eso ambos no lo podemos tolerar por redundante…

Termino ya en esta ocasión diciéndote que Darwin hizo un registro de la emoción de asco y con mi móvil la he fotografiado del libro que me acompaña desde hace ya algunas décadas, se encuentra en el capítulo 10, que Darwin titulara: Odio y cólera, en “La expresión de las emociones en los animales y el hombre”, ¿no se parece a la fotografía que tú hiciste con tu móvil al directivo de aquella organización y que luego le ensañaste?..

jeje, que bueno!!!..

Darwin y tú haciendo las mismas cosas, solo que os separan más de cien años, y claro hacer una foto que va entre el asco y el odio en aquellos tiempos era realmente una gran empresa, ¿no te parece?, aquí la tienes: ¡qué ser más extraordinario fue este gran científico!, ¿no?… Ekman partió de aquí siendo todavía estudiante de Psicología…

Bueno, Isabel, la tarde es bonita, hace un sol brillante, aunque con algo de viento, es preciosa, la primavera lo llena todo y voy a disfrutarlo de esto.

Besos, emocionalmente Capacitantes.

Gracias!!!, ya te seguiré contando…»

V

«Hola Isabel,

No sabes la emoción que experimento cuando de esa forma tan directa me dices que te gusta ver fluir tu libro a través de mi mirada: gracias!!!, aunque yo no introduzca nada nuevo a tus pensamientos, pues, hay que ser generosa como tú  para permitirme eso.

Te puedo asegurar que para mí es un placer y también misterioso e inusitado mezclarme a nivel de conciencia contigo, con una persona como tú, me da bastante alegría,  eso es muy complicado lograrlo en la vida ordinaria donde nos sumergimos en la vulgaridad de las cosas,

[quizás (…)]

así que me ilusionas mucho esta experiencia contigo…

es así!!!.. 

casi no me gustaría terminar esta relación epistolar aunque mi lectura pronto llegará a su fin y quiero más…

ES GENIAL,

Te confieso que cuando estudie nuevos aspectos de la CNV para publicar, tu libro será consultado por mí de todas todas, pues, tener un planning como el que tú das va a enriquecer mucho  mi óptica, seguro…

Me gustaría comentarte  que la alegría es para mí una emoción principalísima, esencial, imprescindible, para disfrutar al máximo del escenario de la vida… y es increíble ese proverbio  persa que tu comentas y que asegura que ya hablar de la alegría produce la mitad de su experiencia,

joroba!!!,

Tú dices que la alegría es una respuesta a la autoestima positiva, y si es así produce seguridad, auto-afirmación, afiliación,  a la familia, los amigos, al trabajo..,

Sólo bajo este prisma podemos crecer como personas, tener éxito, estar seguros…

Pero si la alegría escasea como el agua en un desierto, estaremos en la banda de la autoestima negativa, seremos inseguros en todo cuanto hiciéramos, desconfiaremos de los demás, no sentiremos la filiación a nada ni a nadie, no confiaremos en la familia, los amigos, nos aislaremos y estaremos bajo la sombra de la soledad que analizara tan genialmente Erich Fromm.

Así que tendremos quizás  un rostro con expresión gris, apagada, quizás arrastremos los pies, y nuestra chepa esté abultada como una carga al caminar… nos verán gris, apagados, tristes…

Nos comerán los diablos!!!

¡¡¡Qué buena es la alegría, querida Isabel, que buena!!!

Tu resaltas que la alegría es energía, damos mayor respuesta positiva, nos vestimos con el traje del entusiasmo, somos más los otros,  disfrutamos de la vida y nos sentimos gregarios, colaborativos, partícipes, como pienso yo que lo fue en las épocas chamánicas el Hombre Verdadero, es decir el hombre prehistórico, el cazador-recolector, el que estaba sumida en las raíces profundas de la Naturaleza.

¡Qué bueno!

¿Cómo en un estado así no va a respirar mejor nuestro cerebro, como tú explicas muy bien,  o nuestros pulmones logran el doble de capacidad, o nos inundan las endorfinas, y el metabolismo se dispara, y se producen en más cantidad la química de la dopamina y serotonina a nivel sináptico…?

¿Cómo no vamos a dar una explosión vital cuando estamos alegres?…

La alegría!!!

Isabel, en el apartado de espectro sentimental, (pg. 162, arriba) desde mi humilde opinión te falta poner un sentimiento esencial, y no sé porque no lo nombraste, pero, te hago una petición, por favor: me encantaría que para una nueva edición apareciera, la palabra:

A    M  O  R

Mira qué bonito es leer las palabras al revés, te saldría:

R O M A…

Y luego todo lo demás, quiero puedo… mi voz es vibrante, mi rostro se ilumina, tengo ganas de vivir, mejora mi SALUD…

Me gusta la manera que describes las emociones capacitantes, todo un plano de las emociones humanas, y ya cuando te escriba en la próxima ocasión, quizás el próximo viernes, termine el comentario a tu libro viendo la…¿temible?..

IRA!!!

O el mar de las tempestades!!!

Para ti mi alegría,

y gracias por dejar mirarte con mis ojos, tus pensamientos,

y entrelazarme contigo en tus palabras…

Buena semana!!!»

VI

«Es impecable cómo me señalas la emoción de ACEPTACIÓN, cuando con un breve gesto en tu correo me indicas muy sutilmente que el amor lo recoges ahí en la página 170 del libro, en el espectro de sentimientos de Aceptación y no en la de Alegría y además también, muy escuetamente señalas,  que hay cierta resistencia popular a no aceptar al amor como una emoción.

Yo siempre la he puesto como un sentimiento

Te aseguro que leer la parte de la emoción ACEPTACIÓN ha sido muy enriquecedor!!!!

El libro, al llegar yo a la descripción de cada emoción, lo he leído no de forma lineal, secuencial, una emoción tras otra,  sino que me he ido saltando como una puñetera cabra (…) de una la emoción  a otra de más acá a más allá, las que más me llamaban la atención,

porque Emociones Capacitantes,

es ya para mí un manual de consulta especializada, y por lo tanto entraré a leerlo ya de modo  arbitrario según me interese ver aspectos determinados…

Bueno, esta emoción de Aceptación es un descubrimiento total!!!!,

me he quedado literalmente con la boca abierta, ja!

Yo diría que esta emoción se ha presentado a mi mente como la emoción de la RENDICIÓN, y me explico, hay momentos en la vida que nuestra conciencia se rinde, el EGO, deja de mirase al ombligo, deja de  luchar para sí mismo, de combatir en las esferas del ego-ísmo.

El observador, penetra en su propio SER, es decir, se abre a su esencia más profunda, que no puede ser otra cosa que la de estar no en otro sitio y en otro momento  que

en el PRESENTE,

el DIOS PRESENTE: AQUÍ Y AHORA,

bueno yo no soy una persona religiosa (religarme a algo o alguien) aunque sí soy una persona espiritual, que no es exactamente lo mismo,

aunque yo respeto todo.

No voy a meterme mucho más en lo que tú describes magistralmente sobre la emoción de Aceptación, que es de maravilla, sí que es realmente reveladora…

Ah!!!, se me olvidaba apuntarte que esa especie de rendición al SER al que me refería es la que hacemos mientras vivimos con la aspiración de la continuidad en la vida (vivir), pero la RENDICIÓN suele aparecer al final cuando no queda otro remedio que rendirse ante el hecho de que la muerte está delante nuestra, claro, si llegamos a tener conciencia de ello…

(opinión = pues no sé todavía lo que es ese momento aunque esté muriendo un poco todos los días)…

Me ha en cantado abrir mi mente a ello, gracias!!!!»

VII

«Querida Isabel,

No en balde, haces aparecer, después de la alegría, la emoción de aceptación, pero ahí está la alegría:

[“Esta emoción no suele estar recogida en otras clasificaciones y se suele incluir en la alegría” (pg. 172), O, “Al igual que la alegría es una emoción… (pg. 174) escribes tú…]

Como ya sabes, la alegría tan importante para mí como energía vital, y que tanto la he repetido en mi relación epistolar contigo, pues, la Naturaleza, es todo un canto a la alegría, nuestra madre naturaleza, está llena de alegrías para sus hijos: todo lo que es inocente es alegría:

un niño,

un animal,

una planta,

una puesta de sol,

un beso,

un contacto,

una mirada…

la aceptación ¿es AMOR?..

Has logrado tocarme la fibra sensible… de verdad, Isabel..

Y ahora sí quiero decirte que me he quedado muy pensativo cuando me escribías es el último mensaje eso de que el amor es una emoción.

No creas que yo estoy también muy lejos de ver al amor como una expresión profunda de la naturaleza. Eso te lo digo como psicólogo.

Fue como bien sabes, Konrad Lorenz, quién con relación a la supervivencia estudió la agresividad en muchas de sus manifestaciones como una fuerza esencial de adaptación y supervivencia, hubo muchos otros paleontólogos y antropólogos estudiosos de la conducta animal que vieron en la conductas de protección y cuidado de la prole (por poner un ejemplo)  ya en especies tan antiguas como las aves, que expresaban la entrega generosa en pro de la supervivencia del otro sin esperar nada a cambio…

El propio Lorenz, aunque se dedicó a estudiar la agresividad, fue premiado con el Nobel por sus estudios relacionadas con las conductas de apego,

La naturaleza también ha inventado una emoción: el amor, básica, una fuerza de la naturaleza que tiende a la creación, a la entrega y la generosidad, no solo el animal se muestra brutal y a la defensiva de forma agresiva para la autodefensa y la supervivencia…

Claro que sí, yo lo entiendo así, me distes un parón (tironncillo de orejas), cuando leí tu breve expresión al respecto, y yo te venía hablando de sentimiento,  quizás porque

el amor humano es también algo cultural y social… pero no sé…

Otra cosa que me llama mucho la atención es la alusión que haces a Freud (pg. 176 abajo) cuando escribes sobre la aceptación y los principios culturalmente contrapuestos de EROS (principios de amor) y THANATOS (pulsión de muerte)…

De verdad, me dejas con la boca abierta…

Pero por ahora no voy a seguir más, es tarde,  todavía nos queda hablar de  la IRA,

y para no cansarte más con mis reflexiones…

Un beso grande, o mejor un millón de besos para ti,

desde las emociones capacitantes»

VIII

«Querida Isabel,

Cuando en el libro veo tu foto me recuerdas la emoción de la alegría, un buen gesto que se sale fuera de ti con gran fuerza.

Ya con este mensaje doy por concluido mis comentarios a tu libro, no sea que te canses (ya sabes que hay un dicho que dice que lo poco agrada y lo mucho enfada,

¿No?).

El lunes veré a Ovidio Peñalver para grabar, hablé con él por teléfono esta mañana, tiene una voz muy sosegada, intuyo que será un encuentro muy agradable. Le escribí en el cuestionario que leo tu estupendo libro “Emociones Capacitantes” del que él escribe el prólogo, espero sacarle algún comentario suyo para usarlo cuando llegue a poner tu programa…

 

Sobre la IRA, una emoción negativa pero adaptativa. Si alguien no siente ira, rabia, agresividad, miente, es un cínico, un hipócrita. Es como tú dices una emoción tan biológica, tan adaptativa, tan animal, instintiva y vieja, que forma parte de la naturaleza.

De nuestra naturaleza.

KRISHNAMURTI, el Sócrates moderno, que murió con 90 años -hace ya alguna década-, fue en India recogido y educado desde los 13 años en la Teosofía y adoctrinado por esta Sociedad de la que renunció a ella y a ser su líder, en 1929- Luego toda su vida se dedicó a dar conferencias y expandir un pensamiento científico y filosófico impecablemente objetivo, se relacionó con los más prestigiosos científicos, fue amigo íntimo de Aldous Huxley [Le hizo un prefacio en un libro de K que comenzaba:

“El hombre es un ser anfibio que vive a un tiempo en dos mundos: el mundo de los hechos, y el mundo que él ha hecho…”],

Se interrogaba por todo pensamiento y toda emoción, fue un hombre espiritual pero no religioso, se preguntaba, e interrogaba a los demás, por la conciencia

La ira, si dices que no tienes ira, recor y odio, por ejemplo, eres un hipócrita, y recomendaba observar la ira, la rabia, la agresividad, sin emoción, si pretender hacerlas desaparecer por fuerza de la voluntad o la moral de las buenas intenciones -es imposible- y, si intentabas a la fuerza no tener ira,  tu propia naturaleza se rebelará haciendo que esa emoción crezca aún más….

¿Por qué Yavé fue en el A.T. un Dios con tanta ira?…

¿Somos lo que proyectamos en nuestras creencias?

Era curioso las interrogantes a la que Krishnamurti sometía a las personas para concluir que había que observar la propia ira sin tratar de hacer nada contra ella, solamente darse cuenta de que estaba ahí, e interrogase:

¿Cuál es la causa por las que yo siento ira, rabia, odio…? ¿Soy yo mi ira?..

Increíble!!!, de verdad, increíble!!!

Yo no soy eso

Y este Sócrates moderno (Krishnamurti) se interrogaba por las causas últimas que producen la ira, y que no son distintas a la exposición descriptivas que tú haces sobre esta emoción en tu libro.

Observar  mi ira,

tomar conciencia de ese estado instante a instante,

en el presente,

en torno a lo que verdaderamente la causa,

disuelve la ira, la apacigua, no hay que hacer nada contra ella,

solamente observar,

saber cuál es su raíz

y

el observador, el Ser,

entra en un nuevo estado de conciencia,

más que entender  la ira usa, la conciencia usa su energía para su propia evolución…

Es verdad Isabel  que lo que produce negatividad a su vez es por su energía (la energía solo es energía) resulta parte de la solución…

[“Debemos ser capaces de observar nuestra ira sin rechazarla ni aceptarla”

“Solamente podemos saber de nuestra ira cuando la miramos con una mente aquietada, con una mente serena…”

“No nos valdrá para nada ir contra ella”…

“¿Nos podemos enfrentar a nuestra propia ira como un hecho sin quitarle ni añadirle nada y para no manipularnos a nosotros mismo y engañarnos? “

¿Cuál es todo el movimiento mental de mi ira, desde que empieza hasta que termina?”…]

La ira no es pensamiento…

es emoción…

un hecho incontestable que tiene sus causas, sus motivaciones, sus por qué…

y entre el observador  y lo observado no hay distancia…

yo soy mi ira mientras la retengo, ¿pero solamente soy eso?.. o Yo no soy eso …

[“La ira es una cualidad muy inquietante, como lo son el odio y el resentimiento; y muy pocos de nosotros experimentamos la ira inmediatamente si nombrarla. Si no la nombramos, si no la llamamos ira, seguramente la vivencia será distinta… Cuando la nombramos  la reducimos a otra cosa,  la perdemos, porque si no la nombramos  y la observamos directamente se comprende lo que es de inmediato, y esta  comprensión del hecho genera una transformación en ese mismo instante…”]…

El hecho de la  distancia que separa el observador de lo observado abre una brecha en la conciencia cuando ambas cosas son  de la misma naturaleza, pero observar sin inquietud los hechos, por ejemplo, mi ira, me hace transformarla sin ir contra ella, y hace que mi energía fluya positivamente hacia otra cosa…

Me gusta verla en tu libro porque tú haces una descripción objetiva de lo que se da en la estructura emocional de mi ira (y tú de tu ira – o de nuestra ira-)…

¿por qué decir yo no odio, no tengo resentimiento, no tengo ira?…

ese es el habitáculo de la hipocresía…

Me ha encantado leer tu libro, sabes que te hice algunos comentarios al principio de los que ya no estoy muy de acuerdo: no es esencial contar anécdotas al estilo americano si de lo que se trata es llegar al centro de la diana, y tú das en el centro,

centro…

Querida Isabel, espero que aunque ya no te diga cosas sobre tus libros me escribas.

Muchos besos, me llenas de alegría: gracias!!!!!!!!!!!!»

José Francisco Gonzalez. Psicólogo.

 

portada

5 comentarios en “emociones capacitantes”

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