Archivo de la categoría: Reto

¿Por qué las personas somos capaces de venirnos arriba?

“Freud y Schopenhauer dijeron que lo mejor que podemos hacer en la vida es no sufrir, no ser miserables. Es falso. Si simplemente existes para eliminar la miseria, no haces suficiente para tu empresa, país o para ti mismo”. Así de contundente empezó  Seligman una de sus masterclass.

Si hay algo que ha puesto en boca de todos el COVID19 es que la ciencia existe y es capaz de mejorar nuestras vidas. Sin embargo, desconocemos en gran medida qué es una ciencia, cómo actúa para que sea tal y sobre qué trabaja. Pensamos que los científicos están en los laboratorios, con bata blanca y tubos de ensayo pero ese enfoque biomédico no es el único en el campo científico.

La Psicología es una ciencia que nada tiene que ver con la popular afirmación de “yo tengo mucha psicología” que te puede decir cualquier vecino.

Como cuerpo de conocimientos confirmados y en desarrollo y sometidos a una férrea ética profesional, nos ofrecen cada vez más explicaciones sobre nuestra naturaleza humana y social que nos pueden permitir aprender a mejorar la calidad de nuestra vida o no cuando no se utilizan o se utilizan indebidamente.

Se suele identificar Psicología con el tratamiento de trastornos, dificultades y enfermedades mentales. Es conocido que hablando de estrés, ansiedad, burnout, depresión, fobias, traumas, obsesiones, adiciones, etc., es al profesional de la Psicología al que hay que acudir como único profesional sanitario acreditado oficialmente para atender estos temas. Estos casos, en los que el objetivo es recuperar a una persona, reparar y mejorar su equilibrio, son los más conocidos y, es normal que se asocie Psicología con el malestar psicológico.

Sin embargo, en Psicología también se hace asesoramiento psicológico que permite a una persona resolver su día a día con más facilidad. Y, también, se trabaja para optimizar situaciones que ya son de buen funcionamiento y sobre las cuales se quiere ir a más. Imaginemos por un momento a un deportista que tiene buenos resultados pero que quiere optimizarlos y mejorar sus marcas. Ahí entra la Psicología deportiva con una larguísima tradición en trabajos y publicaciones científicas desde los años 10 del siglo XX. La Psicología de Alto Rendimiento tiene una larga tradición no sólo en contexto deportivo, sino escolar y la Psicología del Trabajo trabaja con equipos de alto rendimiento en las organizaciones. La Psicología Coaching trabaja justo en este enfoque de ir a más, de conseguir una optimización de resultados y una mayor nivel de excelencia de la persona.

Recuerdo que siendo una niña leía historias de héroes y heroínas y me preguntaba de dónde sacaban la fuerza para hacer aquellas heroicidades. Desde entonces mi interés por conocer lo que hace que las personas se sientan capaces, superen las limitaciones y adversidades, se planteen retos ambiciosos y quieran escribir su futuro me ha llevado a trabajar con Psicología Coaching y a estudiar diferentes teorías y enfoques que precisamente se centran en la fuerza de la persona y en cómo hacer que vaya a más. Sea en deporte, en ámbito escolar, en relaciones, en trabajo, en la construcción de uno mismo, la Psicología Humanista nos ofrece un marco inigualable, la Psicología del alto rendimiento, unos protocolos formidables y la Psicología Positiva unas explicaciones útiles y potentes.

¿Qué es la Psicología Positiva?

Una de las corrientes más recientes en la Psicología, es la de la Psicología Positiva. Su fundador, Martin Seligman, materializó una inquietud por conocer aquello que da fuerza y voluntad a las personas, ya presentada en los años 50 del siglo XX por la Psicología Humanista. Esto significó un cambio de enfoque en la Psicología poniendo el foco en la parte fuerte y positiva del ser humano y no en la disfunción mental.

Es curioso conocer cómo Seligman llegó a este enfoque. Él era un gran especialista en uno de los fenómenos más dolorosos de la psicología tanto humana como de los mamíferos superiores, “la indefensión aprendida”. Este fenómeno muestra la desesperanza, desolación y parálisis asociada ante una situación en la que ves que hagas lo que hagas no puedes cambiar lo que está ocurriendo. No consiste sólo en “tirar la toalla” sino en algo mucho más íntimo y con enormes consecuencias, pierdes la fuerza, incluso, para querer seguir viviendo. En un momento de su carrera Seligman se planteó que sí, que las personas nos veníamos abajo pero qué, también, nos veníamos arriba, justo la situación contraria, y se preguntó ¿qué hace que una persona afronte una situación difícil, se crezca y se venga arriba?

El desarrollo de la Psicología Positiva ofrece un marco conceptual y metodológico de sumo interés puesto que está orientada a mejorar la calidad de la vida psicológica de las personas. Es, el estudio científico del funcionamiento positivo de las personas (Seligman, 1992, p.96).

Como dice Seligman:

“La psicología no es una mera rama del sistema de salud pública, ni una simple extensión de la medicina, nuestra misión es mucho más amplia. Hemos olvidado nuestro objetivo primigenio, que es el hacer mejor la vida de todas las personas”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud no como la ausencia de enfermedad, dificultad o discapacidad sino como “el completo estado de bienestar físico, psicológico y social”. Es este el terreno en el que la Psicología Positiva aporta enfoque, criterios y técnicas.

La Psicología Positiva como disciplina científica se centra en el estudio de las experiencias subjetivas positivas (la satisfacción, el optimismo, la tranquilidad, la inspiración, el flow, etc.), las fortalezas del carácter (curiosidad e interés, perseverancia, liderazgo, autorregulación…) y las organizaciones positivas (enfocadas en cómo, a nivel colectivo, se puede impulsar a las personas hacia la mejora). Pone el foco científico en identificar los pilares de la plenitud y realización de las personas y estudia la Felicidad, el Éxito y el Bienestar.

Por favor, no confundamos felicidad con la moda hedonista de estar feliz a todas horas y en el trabajo con una sonrisa de emoticono como si fueramos el Joker de Batman.

Como bien ha estudiado Seligman y otros colegas la felicidad tiene mucho más que ver con el sentido que le das a tu vida y el propósito que le otorgas.

“Es potenciar el funcionamiento óptimo del ser humano y tratar de descubrir y promover aquellos factores que permiten prosperar tanto a los individuos como a las sociedades” (Fredrickson y Csikszentmihalyi, 1999). 

Con este abordaje, se contrarresta la visión con la que mucha gente que desconoce el alcance de la Psicología la identifica como disciplina “únicamente” reparadora de situaciones de debilidad, incapacidad o patología psicológicas y sociales.

La Psicología Positiva se centra en el bienestar de las personas. Propone una visión constructivista, enfocada a las cualidades que como especie “sapiens” nos hacen ponernos metas, superar las dificultades e ir más allá, buscando hacerlo cada vez mejor.

Trabaja con aquello que nos hace fuertes y ha identificado varios conceptos que se hacen ya imprescindibles en la psicología: fortalezas, virtudes, bienestar y estados de Flow.

Estos conceptos nos van a ayudar a comprender de dónde sacamos la fuerza, el empoderamiento y la valentía para vivir cada día.

Las fortalezas se organizan en torno a las virtudes.

Puede conocer tus fortalezas en la página de la Universidad de Pensilvania http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx

  • Seligman, Martin E. P. (2005). La auténtica felicidad. Ediciones B.
  • Seligman, M. & Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive Psychology: An introduction. American Psychologist, 55 (1), 5-14.        [ Links ]

¿Afecta EL INVIERNO a mis decisiones?

imagen 100Estamos en invierno. Ya pasadas las vacaciones de Navidad y el subidón de los alegres deseos de primeros de año, nos metemos en el frío, en las nevadas, en los hielos y en las gripes, en la queja continua de la contrariedad y en la confrontación con lo nimio. Se nos hacen cuesta arriba las cosas y no tenemos ganas: ¡qué pereza hacer algo!

El invierno: una estación donde la vida se reconcentra. Los árboles caducifolios, desnudos de hojas, concentran su energía esperando el momento en que el frío disminuya, la luz se intensifique y el sol comience a calentar. Algunos animales invernan en un letargo protector. Tanto con medidas externas de protección  -como las de los animales de pelo largo que densifican su pelo y lo alargan-, como medidas internas, enlenteciendo el metabolismo, los seres vivos tratamos de adaptarnos a la baja tasa de luminosidad, al intenso frío y al escaso calor del sol.

Y los seres humanos no somos ajenos a esta realidad estacional. Además de nuestras reacciones biológicas, también tendemos, con más frecuencia, y más intensamente, a determinadas tendencias psicológicas. Nos volvemos hacia nuestro interior, nos reconcentramos, reducimos los esfuerzos físicos, la energía mental e, incluso, la interacción social.

Es bueno saber cómo nos afectan las estaciones y cómo sacarles el máximo partido para vivir en congruencia con el universo al que pertenecemos. La vanidad de creernos independientes a las leyes del universo nos lleva a una corta miopía sobre quiénes, cómo y qué somos.

Algunos médicos reconocen el impacto estacional en la evolución de síntomas y enfermedades. Cualquier enfermo crónico puede referir cómo su sintomatología es diferente en cantidad y calidad dependiendo de la estación.

El invierno es el dominio del frío pero también hay hogueras que nos calientan y nutren. Hacia ellas tenemos que dirigirnos para nutrirnos y renovar nuestra fuerza interior. Hacia esos focos de energía tenemos que dirigirnos para escucharnos, darnos cuenta de dónde estamos en nuestra trayectoria vital, darnos cuenta de cómo afrontamos las relaciones y los retos diarios.

El invierno es un tiempo para encontrar la palabra justa, el equilibrio y la fuerza de voluntad.

Bien pensado, hay un orden magnífico del que formamos parte y del que nos beneficiamos. En invierno toca parar, mirar hacia dentro, disfrutar del silencio, del encontrarnos con nosotros mismos, de encontrar esa savia interna que nos de la fuerza interior para alimentar nuestra voluntad. Es un tiempo para el encuentro íntimo con nuestra energía interna, concreta y material.

Estos matices se aprecian en los procesos de psicología coaching, nos encontramos con más frecuencia personas que buscan tomar decisiones vitales, elegir lo que sí quieren y lo que no quieren, de coger fuerza para hacer algo.

No es que estos temas no aparezcan el resto del año, es que ahora son más frecuentes y con más intensidad. Incluso en procesos de psicología coaching en marcha, se puede apreciar el foco, en este momento, en estos temas.

Así que sí, podríamos hablar de temas que adquieren más visibilidad estacional.

¿Hay temas de invierno? Por su frecuencia, sí, aparecen como temas estrella:

la voluntad, la asertividad, las decisiones. La emoción dominante es el miedo, incluso a las cosas cotidianas, el sentirse incapaz por lo inmediato, el pensar en pequeño, el tomarse las cosas a malas, el agobio por la pequeñez y lo inmediato, las dudas, el sentirse fuera de lugar o no aceptado. Se agudizan los sentimientos limitantes. Los pensamientos dominantes tienen que ver con dejar, con la falta de fuerza, de ganas, de recursos. Las relaciones personales se enredan, con más frecuencia,  con asuntos menores “dimes y diretes” que, sin embargo, producen un gran malestar personal y un incremento de la conflictividad grupal.

Tendemos a protegernos y, con frecuencia, eso implica descalificar o ningunear  a otros. La oscuridad del invierno nos lleva a nuestras zonas abismales, aquellas en las que la sombra domina nuestra personalidad. Ahora cuesta más salir de ellas. Nos falta la liviandad del calor que próximamente traerá la primavera.

Es tiempo de mirar adentro, de cuidarnos. Al igual que frotando unos palos encendemos un fuego, el suave masaje, el cuidado amoroso de nosotros mismos nos lleva a encender la hoguera de la fuerza y  voluntad.

Pronto la nieve se irá deshaciendo y el sol comenzará a calentar, esa mirada a nuestro interior, a nuestra fuerza y equilibrio interno dará paso a brotes fuertes y bien nutridos de nuestra determinación para florecer. Será el momento de afrontar con energía nuevos retos, ahora, sin embargo, toca encontrar el equilibrio interior.

Lo que prima en invierno

Emociones: miedo

Sentimientos: incapacidad

Pensamientos: no puedo

Inquietudes: indecisiones, dudas, quejas

Acciones: recogimiento, evasión

Relaciones: enredadas, enturbiadas

Foco: en lo pequeño, en lo inmediato

 

recomendaciones

 

invierno

¿Tienes síndrome post-vacacional? Claves para volver al trabajo

woman walking on pathway while strolling luggage

Regresamos de vacaciones, dejamos atrás ricas y variadas experiencias, un ritmo de vida relajado, un ir a nuestra bola. ¿Cómo afrontas el regreso al trabajo? Ahora es cuando me dices que sí, que tienes síndrome post-vacacional y, lo primero que hay que decir es que no existe como tal síndrome, no tiene entidad clínica.

Se trata de un proceso de adaptación a las circunstancias normal desde un entorno y ritmo relajado a un entorno estresado y rutinario que suele presentar un conjunto de síntomas pasajeros como son el cansancio, el insomnio, la dificultad para concentrarse, alteraciones en el sueño, alteraciones digestivas, embotamiento o dolor de cabeza e incluso la irascibilidad en los primeros días.

Cuanto más largas sean las vacaciones, idealizamos el período vacacional, sentimos desmotivación por el trabajo o gestionamos mal nuestro estrés más fácil es que nos cueste adaptarnos. De dos a tres días y hasta tres semanas, suelen tardar algunas personas en conectar con sus rutinas horarias, obligaciones laborales y maximizar su actividad cerebral. El cuerpo y la mente se van adaptando poco a poco. Sólo cuando esa adaptación no se realiza al cabo de tres meses, podríamos hablar de un trastorno de ansiedad o depresivo. Pero para la mayoría de las personas es una cuestión de adaptación. Pocas son las que recurren a ayuda de un profesional de la Psicología por el estres postvacional y suele ser porque no se sienten cómodos en su trabajo, no por la tarea en sí, sino por sus creencias sobre su capacidad para hacerlo (“auto-eficacia” de A. Bandura)

Claro que las circunstancias pueden ser complicadas e incluso algo duras o duras de verdad. La necesidad de cumplir con horarios y con tareas se puede volver difícil. La exigencia nos puede. Sin embargo, el problema no es lo que pasa, sino lo que nos pasa. El cómo interpretamos esa vuelta. El que consideremos la vuelta como una “tortura” o un nuevo reto, es simplemente el resultado de cómo interpretamos el trabajo y cómo nos interpretamos con respecto a él.

Así que sí, no sólo tiene que ver con biorritmos, también tiene que ver con nuestros pensamientos y nuestras evaluaciones.

Cuando tu autoestima baja, el reto del trabajo se puede convertir en algo inabordable.

 

 

Algunos mitos sobre el trabajo que no nos ayudan ¡¡nada!!

·         El trabajo es un castigo (divino)

·         No es bueno trabajar y si puedes no trabajas (juega a la lotería)

·         Idealizar el trabajo y pensar que tiene que ser nuestra pasión

·         El trabajo te tiene que gustar

·         Con el trabajo te realizas

·         Tienes que ser feliz con tu trabajo

·         Siempre tienes que estar positivo

·         La cultura del hedonismo: tienes que ser feliz continuamente

 

 

claves para volver al trabajo

Claves para volver al trabajo

  1. Deja algún día para que tu cuerpo se adapte a los horarios y biorritmos habituales, sobre todo en horario de comidas y sueño.
  2. Vueve paulatinamente, por ejemplo, a mitad de semana o todavía con el horario de verano.
  3. Incrementa el ritmo poco a poco, comienza por lo prioritario.
  4. Comienza con una visión general de qué te espera hasta final de año o del próximo curso.
  5. Es el momento de pensar también en mejorar en tu forma de trabajar que te permitan una mayor calidad de vida.
  6. Mantén en tu agenda un tiempo para el deporte y el ocio. Una vida equilibrada es la mejor forma de tener la fuerza necesaria para afrontar el día a día.
  7. Mirar lo bueno o positivo es esencial, en cualquier trabajo hay algo que nos resulta agradable: las relaciones, el lugar, las condiciones, nuevos retos, nuevas experiencias, el logro del trabajo,…
  8. Muchas veces nos cuesta adaptarnos porque seguimos pensando en las vacaciones, llevar tu atención al aquí y ahora, a lo que estás haciendo en este momento, sin darle vueltas ni al pasado ni al futuro “todo lo que tengo pendiente”. Las prácticas de mindfullness nos son utilísimas para ello.
  9. Fluir es un concepto que describe a la perfección el estado de una persona cuando hace algo a conciencia, concentrado, disfrutando de ello, marcándose pequeños retos simplemente por el placer de hacerlo bien. Si quieres ver una escena preciosa sobre ello en el film “El último Samurai” el protagonista hablaba asombrado de cómo los japoneses realizaban sus tareas cotidianas.
  10. Sé consciente de tus pensamientos y aprende a valerte de ellos para tener mayor fuerza mental, a ser más resiliente y adaptarte mejor.    Cuanto antes te adaptes, menos coste mental y físico tendrás.

No sobreviven los más fuertes sino los que mejor se adaptan a las circunstancias.

Espero que estas recomendaciones te sean útiles para tener una mejor calidad en tu vuelta al trabajo.

El arte de ser uno mismo

PlayaInclusionImageQuiero desearte unas vacaciones llenas de lo que más quieras: descanso, playa, montaña, seres queridos, deporte, relax,…,  mi deseo: que elijas lo mejor para ti.

Y por si quieres algo de lectura y reflexión personal,  te invito a seguir mis dos nuevos e-books que puedes descargar gratuitamente en los enlaces.

El arte de elegirme a través del autoliderazgo: Conviértete en una obra de arte arte

https://bookboon.com/es/el-arte-de-elegirme-a-traves-del-autoliderazgo-ebook

El arte de brillar a través de tu marca personal: Muéstrate como una obra de arte

https://bookboon.com/es/el-arte-de-brillar-a-traves-de-tu-marca-ebook

¡¡Feliz verano!!

¿CÓMO INCREMENTAR LA CALIDAD DE TU VIDA?

calidadMuchas personas se sienten incómodas, descentradas, inquietas, con un malestar difuso que no les permiten disfrutar de su vida. Otras claramente se sienten estresadas, deprimidas o claramente fuera de lugar. Y no se trata de las circunstancias externas de la vida, sino de cómo nos enfrentamos a ello. En todos los casos falta calidad de vida, el bienestar personal está deteriorado, la gestión mental que hacemos no es eficiente.

La calidad de nuestra vida es el resultado de la calidad de nuestra vida psicológica, algo que entendemos habitualmente como nuestro grado de bienestar. Para Martin Seligman, el iniciador de la Psicología Positiva http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx, este bienestar es una combinación de 5 elementos que él denomina, por sus siglas en inglés, PERMA (Positive Emotions, Engagement, Relationships, Meaning y Achievement) y que presentó en  su nuevo libro “Flourish” (Florecer):

  1. Emociones
  2. Relaciones positivas
  3. Compromiso
  4. Sentido de lo que hacemos
  5. Logro que alcanzamos.

Puedes leer más sobre ello en: psicologia-positiva-y-coaching/

Dependiendo de cómo estemos en estos elementos, así será nuestra calidad de vida.

Afortunadamente estamos hablando de temas vinculados a nuestra inteligencia emocional, esto es, nuestra capacidad de adaptarnos a la vida y, especialmente, a la vida social que se materializa en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Y, lo mejor, es que esta inteligencia sigue desarrollándose a lo largo de toda nuestra vida, a través de nuestros aprendizajes y relaciones.

Por ello, podemos incrementar nuestro bienestar ejercitándonos en los 5 elementos PERMA. El propio Seligman indica, de forma explícita, que no es un modelo prescriptivo, sino descriptivo de aquello que las personas, con un alto grado de bienestar, hacen. Por lo tanto, no es una receta, sino una propuesta que cada uno tiene que adaptar a sus preferencias y necesidades. Y, por ello, cada persona puede empezar por dónde más le interese y desarrollarlo cuanto quiera.

Como buena Psicóloga experta en Coaching (PsEC®) no puedo dejar de ofrecerte preguntas para que seas tú mismo quien revises dónde estás y decidas si te vale para la calidad de vida que quieres o aspiras a más. Así que he aquí:

10 preguntas para revisar tu bienestar psicológico:

  1. ¿Estás poniendo el foco en las experiencias positivas del día? Las personas positivas se desempeñan mejor. ¿Cómo te desempeñas tú? Si quieres ser más positivo, cada noche escribe en un cuaderno las tres cosas positivas del día, no hace falta contarlas, sino expresar por qué te han resultado positivas y qué has ganado con ello. Al cabo de tres meses notarás la diferencia en tu positividad.
  2. ¿Te imaginas alcanzando el éxito? Imagina cómo haces algo con plena capacidad, especialmente cuando te enfrentes a retos nuevos o desafiantes. Cierra los ojos e imagínate haciéndolo desde lo mejor de ti mismo, logrando el resultado que quieres. Disfruta con ello.
  3. ¿Has pensado cómo te gustaría ser recordado? Escribe tu epitafio, sí: aquello que quisieras que dijeran de ti en tu despedida de la vida. Lo más seguro es que seas más consciente de tus prioridades, de lo que quieres y de lo que no quieres en tu vida, y…, con ello tomes decisiones más coherentes con la persona que quieres ser. Te preguntarás si lo que haces en tu día a día te ayudará a lograr el recuerdo que quieres dejar y al momento sabrás lo que decidir y hacer.
  4. ¿Cuál es el legado que quieres dejar en esta vida? ¿Contribuyes de alguna forma al bienestar de otras personas, o sólo piensas en ti mismo? Los estudios muestran que las personas nos sentimos más plenas cuando colaboramos con otros y ayudamos en temas que generan bienestar a otras personas o al bien común.
  5. ¿Cómo quieres que sea tu vida a 5 años vista? Tener perspectiva, proyectos e ilusión ayuda a relativizar y poner orden a nuestra vida. Imagina la vida que quieres a 5 años, no sólo lo que estarás haciendo, sino cómo quieres sentir y pensar en ese momento. Por si te sirve de inspiración, fíjate lo que decía Ortega y Gasset «La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada».
  6. ¿Te planteas retos? Los retos impulsan la voluntad, nos ayudan a levantarnos y actuar. Pueden ser de todo tipo, desde correr una maratón a tomarse las cosas con calma.
  7. ¿Te has parado a escuchar de qué te informan tus emociones? Tendemos a aceptar nuestras emociones como algo que nos pasa sin más, incluso hay quien habla de que las emociones nos habitan como si fueran entes -“unos aliens”- externos a nosotros. La verdad es, que las emociones siempre son nuestra reacción más inmediata a algo que ocurre, nos informan de cómo interpretamos las cosas, de cómo nos las tomamos. Así que la cuestión es reflexionar sobre por qué nos lo tomamos así.
  8. ¿Te dejas arrastrar por las emociones negativas? La gestión emocional es una habilidad que podemos desarrollar a lo largo de toda la vida. Darnos cuenta de por qué estamos tristes, airados, hartos, es el primer paso para regularnos. Preguntarte ¿para qué me sirve esto?, ¿es lo que necesito? es el siguiente paso. Decir “basta” es el tercero. ¡¡Podemos elegir nuestras emociones!!.
  9. ¿Cómo incrementas tus emociones positivas? Elije cómo quieres tomarte las cosas y desde dónde quieres reaccionar. Pregúntate, por ejemplo: ¿Cómo quiero sentirme ante esto? Rodéate de estímulos y personas que te aporten positividad, “¿Esto o a este lo quiero en mi vida?.
  10. ¿Qué haces para cuidar la calidad de tus pensamientos? Tú no eres tu pensamiento, tienes un pensamiento. Simplemente dándonos cuenta de esto tomamos distancia de ese pensamiento y podemos cambiarlo porque entonces es algo manejable.

Al final, la dedicación da resultados y al igual que ir al gimnasio produce cambios en los músculos, entrenar la mente da resultados en nuestra calidad psicológica, pero hay que hacerlo. Decía Soren Kierkegaard que “La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.”

Prefiero sugerir ideas que estimulen la responsabilidad de cada uno que dar instrucciones, así que aquí van 10 ideas para mejorar la calidad de tu vida. Como decía Ortega y Gasset: “La vida nos ha sido dada, pero no nos ha sido dada hecha”, hay que hacer que suceda.

10 ideas para mejorar la calidad de tu vida.png

Y para poner el broche de oro, un maravilloso poema que nos deleita con la reflexión de lo que merece la pena en la vida, que lo disfrutes.

 si tuviera.png

 

Con mis deseos de que la calidad de tu vida sea cada vez mayor.

 

¿ELIJO MIS EMOCIONES?: ¿GESTIONO MI BIENESTAR?

elijo-emociones¿Es posible realizar una gestión inteligente de las emociones?

Para muchas personas éste es el gran reto que se plantean en sus vidas: gestionar sus emociones. Algunas dicen que se sienten arrastradas y dominadas por ellas; otras ni se han planteado gestionarlas; muchos dicen sufrir con ellas. Lo que nos están diciendo con ello es que están la mayor parte de su tiempo en emociones negativas. Que les falta la flexibilidad y la presencia para estar en cada momento. De alguna manera están fijos en una única interpretación y en una única respuesta negativa ante lo que ocurre. ¿Qué lleva a las personas a entender mayoritariamente las situaciones como una amenaza, un conflicto, un peligro y desde esta interpretación vivir su vida?

Es cierto que hay situaciones de gran dureza y dificultad, pero de ahí, a que todo sea en la confrontación y una lucha hay un trecho. Puede que, en definitiva, no sean las situaciones en sí, sino la interpretación que hago de ellas las que me hacen sufrir.

Epícteto de Frigia (55-135) el filósofo grecolatino estoicista ya nos decía que

Lo que inquieta al hombre no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas”

También en la tradición oriental, las enseñanzas de Buda nos dicen que

El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”.

Ambos señalan un hecho clave: una cosa son los hechos y otra es cómo vivimos esos hechos.

Las emociones es uno de los temas que más impacto y difusión están teniendo actualmente. No es de extrañar que hablemos de que este es el siglo de las emociones. Los descubrimientos neurobiológicos están aportando seriedad y rigor a un tema del que de otra forma solemos hablar en función de nuestra experiencia, criterios y debilidades. Aunque la experiencia personal sea realmente importante, el conocimiento objetivo nos permite comprender y gestionar inteligentemente, con eficiencia.

Las emociones están en la base de lo que hacemos, pensamos, sentimos y, en definitiva, de la calidad del bienestar de nuestra vida. Son estrategias ancladas en nuestro ADN que nos permiten responder a las diferentes situaciones de forma diferencial y más eficiente, en principio.

No tendríamos que interpretar una situación de peligro igual que una de confianza.  ¿Es que es malo tener miedo de un peligro?, ¿Es negativo cargarnos de energía para responder ante una situación crítica?, ¿Es negativo sentir dolor por la pérdida de un ser querido, o de un trabajo, o por un mal que sufre otra persona?

Hay ciertas situaciones que son esenciales para nuestro sobrevivir y que requieren respuestas específicas que nos permitan responder con éxito. Así las situaciones que vivimos como negativas para nosotros y, en cierta medida, amenazantes, nos propician sólo tres tipos de respuesta: lucha, huida o parálisis. Responden al nivel básico de la  “Pirámide de necesidades” de Maslow.

Hay otro tipo de situaciones que nos abren puertas a la convivencia, la confianza, la cooperación y la evolución personal. Son las que interpretamos como positivas. Para algunos son mucho menos frecuentes algunos. Es más fácil interpretar las situaciones como negativas porque están vinculadas a los niveles de sobrevivencia y son prioritarias. Subir por la escala de la “Pirámide de necesidades” puede ser accesorio cuando los niveles más bajos no pueden soportar la Pirámide. Aunque, esto, como se ha demostrado numerosas veces en la historia puede superarse. Hay numerosos ejemplos de personas que se centran en los niveles superiores, como la auto-realización, obviando los inferiores, incluso en lo más básico, como es la alimentación. Para muestra baste citar a Teresa de Calcuta.

Lo que suele ocurrir es que no nos focalizamos en lo positivo, en lo que hay, lo hacemos en lo que falta y eso nos lleva a no dedicar la energía suficiente para hacer de las situaciones positivas algo significativo en nuestras vidas.

Emociones negativas y positivas son esenciales por igual para que seamos capaces de responder eficientemente, aunque tendemos a ver a las emociones negativas como malas y rechazables.  Al comprender la función que tienen, de qué nos están informando y cómo nos llevan10-cuadernos-de-coaching-juntos-llegaremos-antes.png a ser más eficientes, comprendemos también cómo utilizarlas a nuestro favor.

Si quieres saber más te invito a leer mi artículo «Los juicios emocionales» publicado en Cuadernos de Coaching, nº 10, publicación de ICF (2003). http://www.cuadernosdecoaching.com/cc10/los-juicios-emocionales.pdf

 

Las emociones implican al ámbito personal, pero también al social, y tienen una trascendencia excepcional en ambos ámbitos. En cada momento de nuestra vida, en las conversaciones con uno mismo y  en las conversaciones con otras personas; en cualquier situación: en el trabajo, en la calle, en la familia, en los colegios, universidades, empresas, asociaciones,…, las emociones están siempre presentes ya que fundamentan nuestra acción porque forman parte del equipamiento biológico que nos ha traído hasta aquí como especie humana. Y nos afectan para bien, generando espacios de cooperación, bienestar, convivencia, cohesionando grupos, y para mal, cuando propician situaciones de confrontación, aislamiento, desprecio, sometimiento de los otros y sufrimiento.

¿Cómo se puede gestionar proactivamente el bienestar?

Muchas veces, nos fustigamos con pensamientos y emociones negativas que nos llevan a sufrir y a movernos en la dureza, la confrontación y el malestar.

NARRATIVAS CAPACITANTES

A veces entramos en una espiral de vértigo inducido por “narrativas incapacitantes”. Hay quien lo llama “el loro”, “el diablillo”, “mi parte oscura”, esa parte de ti que te habla y habla sin cesar y hacen que todo parezca lo que ellos dicen: “no puedes”, “no te lo mereces”, “no vales”, “¿a dónde vas?”, “¿por qué te pasa esto a ti?”, “haga lo que haga no salgo de aquí”, «esto es una injusticia». Son nuestros pensamientos basados en un status emocional negativo. A veces es complicado salir sólo de esa deriva, sin embargo es algo que está en las manos de todos. Podemos gestionar proactivamente nuestras emociones, sólo necesitamos consciencia, comprensión y voluntad. Con estos ingredientes podemos hacer que nuestras emociones nos ayuden a vivir con un mayor bienestar.

3 pasos para cambiar nuestras emociones:

pasos

Primer paso: Tomar consciencia. Una vez que te oyes puedes puedes cuestionar lo que te estás diciendo. A partir de ahí plantearte opciones, buscar otra narrativa, buscar recursos en ti mismo o buscar apoyo en otros.

El segundo paso es comprender desde la aceptación de que lo que es es, sin más; de que esas narrativas están ahí y no te hacen “malo”, ni peor, ni es un sufrimiento, simplemente es una forma de ver las cosas, una perspectiva.

El tercer paso es la voluntad de buscar una perspectiva diferente, capacitante, lo que te puedes decir para llegar a donde quieres y cómo quieres.

Eso es inteligencia emocional, la capacidad para relacionarnos con nosotros mismo y con los demás. ¡¡Se puede desarrollar siempre!! Y el primer paso es tomar consciencia de lo que nos decimos, y qué “narrativas” nos contamos sobre nosotros mismos, la vida y los demás.

Epícteto decía: “No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz”.

Cuidarnos no es solamente elegir nuestros alimentos, nuestra actividad física o nuestras relaciones. Es también elegir nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras reacciones ante lo que ocurre.

Desde siempre, a lo largo de la historia, las personas hemos buscado las claves para sentirnos mejor y para buscar la felicidad. Lo que ocurre actualmente es que para muchas personas esto se ha convertido en un propósito de vida. Más allá de las campañas de ingenieria social o las campañas comerciales, la gestión proactiva de nuestro bienestar aparece como una de las prioridades más valoradas de las personas. En los procesos de Coaching lo dicen habitualmente: “Quiero estar tranquilo”, “Quiero sentirme bien”, “Quiero afrontar las cosas con confianza”.

La búsqueda de una mejor comprensión de uno mismo y de un mayor bienestar hace que las personas estemos muy interesadas en conocernos y en cuidarnos tanto física como mentalmente.

Así el cuidado mental emerge como un área de gran interés hoy en día: pensamiento y emoción están imbrincados totalmente, hasta el punto de que cambiando mis pensamientos puedo cambiar mi emoción y viceversa, y lo mejor de todo, ¡puedo elegirlo!

¿Cuáles son las emociones adecuadas?

Las emociones adecuadas son aquellas que te permitan conseguir lo que quieres, que sean funcionales, útiles.

Todas tienen su por qué y para qué y lo inteligente es identificar cómo te facilitan conseguir aquello que te propones. Así hablamos de “emociones capacitantes” y no de emociones positivas o negativas.

EMOCIONES INCAPACITANTES

Aquellas que no me permiten conseguir mis objetivos y que me llevan a vivir con insatisfacción, con infelicidad, con sufrimiento. Se asocian con altos niveles de la hormona cortisol, precisamente la que se genera en situaciones que vivimos con stress.

modelo de emociones

EMOCIONES CAPACITANTES

Aquellas que me dan la energía para alcanzar lo que me propongo. Las emocionportadaes nos hacen capaces, nos permiten tomar las decisiones que para nosotros son las más válidas en ese momento. Otra cosa es que no seamos conscientes de cómo una emoción nos dispara, o de cómo una emoción se perpetúa como nuestra estrategia básica, a veces única, desde la que vivimos.

Si quieres saber más te invito a leer mi libro:

 

Y si quieres oír más sobre este tema te invito a conectarte con esta webinar que impartí gracias a AICP, una asociación pionera en la difusión del coaching de calidad. http://www.aicp.es/jornadas-online/elijo-mis-emociones-gestiono-mi-bienestar

AICP-.png

Pregunta de coaching:

¿de qué te está informando tu emoción (miedo, ira, tristeza, enfado…)?

la responsabilidad de un directivo

ethics-9651La noticia de que la fiscalía francesa va a procesar a los directivos de France Telecom por los suicidios de 58 de sus trabajadores, nos trae un importante debate, ¿Cuál es la responsabilidad de la empresa en el bienestar de sus trabajadores?

Es un tema de gran actualidad sectorial donde han aparecido numerosos eventos y premios que tratan de poner el foco en las buenas prácticas de la empresa para favorecer el bienestar de los empleados, algunos lo llaman felicidad, otros saludable, otros zen, otros emociones, el caso es que si que hay un importante interés en hacer de las empresas espacios más confortables para sus trabajadores. La tendencia al “wellness” enlaza con la creciente demanda social del cuidado personal.

Veanse a modo de ejemplo los premios empresariales de:

Observatorio de RRHH: Obhttp://www.observatoriorh.com/premios/entornodetrabajosaludable/

Adecco: http://estaticos.elmundo.es/documentos/2016/05/06/premio_zen_adecco.pdf

Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6074

Todas estas iniciativas tratan de ofrecer al empleado técnicas para llevar mejor su día a día y, a veces, de forma simplista o simplemente simpática o apelando a valores de alto impacto social, como la solidaridad, consiguen un clima positivo en la empresa, al menos mientras dura el recuerdo de estas actividades. Para algunas grandes empresas este tipo de actividades son la bandera de sus políticas de conciliación y bienestar. Sin embargo, el alcance del bienestar no significa realizar prácticas de mindfulness para reducir la tensión del trabajo, ni contar con espacios físicos en los que descansar en la oficina, va mucho más allá, tiene que ver con las emociones que se provocan y mantienen en las empresas a través de los comportamientos de sus directivos y trabajadores y enlaza directamente con los comportamientos de los directivos de Telecom.

Imagen1

¿Cómo actuaban estos directivos? La frase de “por la puerta o por la ventana”que a modo de lema utilizaba Didier Lombard, el ejecutivo que en 2006 se hizo cargo de la reconversión de France Telecom, para reflejar el cómo iba a deshacerse de  22.000 trabajadores y trasladar a 14.000 más, es mucho más que un comportamiento tóxico, y va mucho más allá de la gestión desalmada, que considera el beneficio económico lo único, no sólo muestra una desconsideración absoluta a la vida de otras personas, sino que lo hace con la condición de conducta antisocial, es decir, de comportamientos deliberados que ponen en peligro la sociedad.

La connivencia de los mandos implicados con la consigna clave se entiende muy bien con los famosos experimentos de Milgran que documentaron cómo las personas aceptan obedecer instrucciones, aunque éstas supongan lesionar a otras personas, simplemente por obediencia a la autoridad. Un 65% de las personas que participaron en los experimentos llevaron al límite el castigo inflingido a otra persona.

La ética en los negocios es algo que cada vez se enseña más en las escuelas de negocio.

Las empresas se deben a sus accionistas, pero también se deben a la sociedad en la que se integran y a los trabajadores que las conforman.

Los beneficios a corto plazo y los bonus vinculados al daño a otros, como era el caso de Telecom donde la prima del mando estaba vinculada al número de bajas, son conductas que atentan directamente contra el bienestar de sus trabajadores.

Tal vez no con esa nitidez, alcance, dureza y propósito deliberado, pero sigue habiendo empresas que utilizan prácticas como las que ahora se consideran prácticas delictivas, tales como cambiar repentinamente el puesto de trabajo, modificar los objetivos, quitar la mesa y la silla de trabajo, desvalorizar al trabajador, amenazar continuamente con que si no se cumplen los objetivos se puede prescindir de él, prohibir el opinar o disentir, embroncarle públicamente, trasladar como castigo el puesto de trabajo a grandes distancias o a puestos que ningunean su cualificación profesional, la amenaza continua de “estás en la lista”… del despido, del ere, del traslado,… ¿A alguien le suena?.

Estos no son métodos tóxicos, son prácticas que denigran la dignidad de las personas y las arroja directamente hacia el nivel más bajo de la Pirámide de Necesidades que definiera Maslow, a la mínima subsistencia. En el caso de Telecom la continua presión y amenazas, no sólo les llevaba a perder la cobertura de las necesidades de auto-realización, pertenencia, reconocimiento, seguridad, supervivencia, sino a perder la confianza en sí mismos como personas capaces de tomar decisiones sobre su vida y de ahí, desde la desesperación y el miedo, a la crisis de ansiedad, las enfermedades psicosomáticas, acreditadas en gran número y los suicidios, ni más ni menos que ¡¡58 en tres años!!. Pocos asesinos en serie cuentan con una cifra de muertes similar en su haber.

Quienes piensan que el terror y la amenaza son estrategias adecuadas para incrementar los objetivos, y de paso la sumisión, desconocen la naturaleza humana.

Las personas somos más productivas cuando estamos en estados de “flow”en los que disfrutamos con lo que hacemos porque tiene sentido para nosotros más allá de la mera tarea. El famoso compromiso que ahora se busca en las empresas no puede conseguirse desde la coacción y la amenaza, sino todo lo contrario, desde el disfrute con el reto, bien entendido que eso no es estrictamente felicidad, sino fruto de la coherencia de la persona con la finalidad de lo que hace, el para qué sirve, algo que en una sociedad donde las cadenas de producción han pasado a la oferta de servicios es clave.

Es una gran notica este procesamiento porque pone el foco precisamente en que no todo vale y que las repercusiones sobre las personas y la sociedad de las acciones de los ejecutivos empresariales pueden también ser delitos que lleven a los que las toman a ser procesados y previsiblemente condenados por atentar contra la vida de las personas.

Sería deseable que no hubiera que llegar al castigo legal para frenar estas prácticas sino que el respeto y la consideración a las personas estuviera en el ADN de las empresas. Por mucho que formemos a los nuevos líderes empresariales en prácticas responsables con las personas (y, en definitiva, con los sistemas en los que se integran las organizaciones) aquel que tiene el poder de decisión es clave, ¿qué clase de persona es?

Al final hay una verdad, las empresas no son entes abstractos, sino grupos humanos donde la coordinación de acciones, el compromiso y la confianza permiten alcanzar los objetivos que se proponen y la cualidad de esto la marcan sus líderes. Si se fomentan espacios emocionales que generan confianza y seguridad, las personas tienen más posibilidades de comprometerse y convivir de una forma positiva, amigable, algo que todos buscamos como parte de nuestro bienestar. He ahí la responsabilidad de los que lideran grupos de personas, llevarles al máximo rendimiento con el máximo bienestar, una «eficiencia sostenible», ecosistémicamente responsable. Ojalá que estos hechos, sirvan de punto de no retorno para que nunca más se permitan, acepten o realicen prácticas similares.

OBJETIVOS, PRIORIDADES Y ORDEN

cambia tus prioridades«Primero lo primero» decía Stephen Covey en su paradigmático libro «Siete hábitos de la gente altamente eficaz». Definir lo que hacer y cuándo es una habilidad que nos llevará a ser mucho más productivos, pero para ponerlo en práctica también necesitamos tener claros nuestros pensamientos y, tal vez, reordenar alguna creencia.

Pedro, 45 años, divorciado, lleva un año en su nuevo puesto de Responsable de Facturación en una gran empresa. La Dirección de RRHH, en colaboración con la Dirección Financiera, creen oportuno realizar un proceso de coaching para que Pedro mejore su capacidad de gestión.

En la reunión tripartita se hacen evidentes las diferentes perspectivas sobre la situación a trabajar. Para RRHH, Pedro trabaja bien pero necesita mejorar su capacidad de gestión para no agobiarse y que su trabajo salga a tiempo sin incidencias. Para la Dirección Financiera, lo que Pedro tiene que hacer es establecer prioridades. Por su parte Pedro, reconoce que necesita tener un mayor orden. Así que la primera tarea es calibrar el alcance de las expectativas de cada uno de los intervinientes y encontrar los puntos en común. Las necesidades manifestadas parecen diferentes aunque, en realidad, no hay tantas diferencias, es cuestión de llegar a un entendimiento sobre lo que la empresa necesita de Pedro y, a partir de ahí, definir los objetivos de trabajo.

Con la metodología de coaching, la cuestión no se centra tanto en las necesidades presentes sino en los resultados futuros. Hay que definir dónde está Pedro con respecto a las necesidades de la empresa, dónde es necesario que esté y trazar un plan para llegar hasta allí.

Como reto final se establece que Pedro saque la facturación el día antes del límite sin agobios ni stress. Y como objetivos parciales que Pedro secuencie el trabajo cada día de forma que no se le acumule en las fechas límite y que priorice las tareas en función del día del mes.

En la primera sesión con Pedro, se hace evidente que esto le va a costar mucho. Si el trabajo está saliendo no ve la necesidad de tanta organización. Necesita orden sí, pero no está muy dispuesto a hacer nada para lograrlo.

¿Qué es lo que te está molestando de organizarte?

Es que a mí lo que no me gusta es que me digan por ordeno y mando cómo tengo que trabajar.

¿Y si fueras tú el que decidieras por ti mismo cómo organizarte?

Bueno, en ese caso lo haría,… sé que necesito más orden, no te creas que sólo en esto, me parece que en todo lo que me rodea, en mi casa, en el coche, en mis cosas, todo necesita más orden. Es que mi cabeza no para de pensar en todo lo que tengo pendiente y es que ni me concentro…

¿Qué te parecería ser más preciso en los objetivos que te planteas?.

Pedro tiene una gran mezcla de todo tipo de pensamientos en su cabeza, sin llegar a estar confuso, sí que tiene un totum revolutum en el que no puede clarificar los temas.

Una técnica como objetivos qué y objetivos cómo[1], puede ayudarle a clarificar lo que quiere.

Veamos lo que sí y lo que no quieres hacer.

¿Qué quieres empezar a hacer?

¿Qué quieres dejar de hacer?

Y así sucesivas preguntas hasta que Pedro delimita exactamente su hacer.

¿Qué es lo que quieres obtener?

Las preguntas ahora se centran en el ser.

¿Qué tipo de personas quieres ser ante el tema del orden?

¿Qué valores son esenciales para ti con respecto al orden?

¿Qué te haría sentirte orgulloso de ti mismo?

Preguntas sobre el qué.

Las preguntas para explorar lo que sí y lo que no han ayudado enormemente a Pedro a ir organizando su mente. Sus barreras defensivas van cayendo. Ahora el reto sí que es suyo, pero aún no termina de ver cómo lograrlo. Pasamos a trabajar con objetivos cómo y las preguntas de nuevo tienen que ver con distinciones clave: ser – hacer – tener, pero esta vez relacionadas con cómo ser y estar ante ellos.

¿Cómo quieres hacerlo?

¿Cómo quieres conseguir más orden?

¿Cómo quieres sentirte con más orden?

Pedro ha ido fragmentando su caos mental, «ordenando» su mente.

Sus objetivos sesión a sesión se van cumpliendo.

He ordenado la mesa, quedamos en que era uno de mis objetivos y está conseguido. Ahora no la utilizo de almacén, je, je,… esto es todo un logro, ¡mi jefe está impresionado!

He empezado a ordenar el espacio como quedamos, ahora tengo que ordenar las pilas de papel, estoy en ello.

¿Qué me dices de priorizar?

No te creas que tengo muy claro cómo hacerlo. ¿Qué es priorizar?, es que no sé cómo hacerlo.

Las prioridades que Pedro tiene que establecer no sólo tienen que ver con sus valores y prioridades personales, tienen que ver con la función que desempeña en la empresa y necesita alinear sus criterios con ésta.

Es el momento de una nueva sesión tripartita, esta vez sólo con el Director Financiero. De nuevo clarificar y alinear necesidades y expectativas es la clave. Definir los conceptos de urgente, importante y prioritario para la empresa entre todos es fundamental.

¿Entiendes ahora qué es una prioridad?

Sí, urgente e importante, no sólo lo urgente, sí, me ha quedado claro y también lo que se espera de mí.

¿Y ahora…?

Nada, lo tengo claro, el orden empieza por diferenciar las cosas, no todo es lo mismo, ni tiene la misma importancia, ni vale igual.

¿Y…?

Que es cosa mía y ya lo estoy haciendo. La «rabieta» se me ha pasado, yo no soy un niño, je,je,…

En la última sesión de seguimiento tripartita, tres meses después, todos están de acuerdo, Pedro se organiza ya con una mayor eficiencia. Pero hay más, su forma de ver el orden, el trabajo y a sí mismo es diferente.

la libertad

[1] Aranda, Isabel (2016). Manual del coach. Editorial EOS.

Artículo publicado en la Sección mensual CONVERSACIONES DE COACHING con:

http://www.tdd-online.es/content/vicente-expectativas

logo training and digest

 

 

EL MANUAL DEL COACH

cubierta manual coach 4El libro imprescindible para conocer en qué consiste el coaching y practicarlo con eficiencia.

Este libro es una guía práctica para que un coach comprenda la naturaleza y el alcance del potente método que es el coaching, conozca los procesos implicados en el cambio y la acción que requiere el coaching eficaz, y adquiera diferentes técnicas con las que enriquecer y adaptar su capacidad de acompañamiento a las necesidades del cliente.

El Manual del coach. Acompañar para obtener resultados extraordinarios. es «el libro de referencia en coaching de habla hispana». Así lo calificó su prologuista el Dr. en Psicología y coach MCC de ICF Alfonso Medina Fermín.

Está dirigido a los profesionales que utilizan el coaching para «acompañar» a su cliente a que alcance sus objetivos, reconociéndole todo el poder y recursos para alcanzar sus retos y que aplican la metodología de coaching con una mínima directividad.

El libro deja claro el primer aspecto diferencial de un coach: su posicionamiento frente al cliente. El respeto a la persona, el reto que se plantea, el proceso que sigue para alcanzarlos, su ritmo y compromiso con la acción, son esenciales en este rol.

En él se describen los fenómenos que se desarrollan a lo largo del proceso de coaching, fenómenos que tienen que ver con la percepción que tenemos de la realidad, el procesamiento de la información que hacemos y la disposición a la acción. Tienen una especial relevancia las técnicas conversacionales que marcan la diferencia en la comunicación de coaching. Se describe el proceso de acompañamiento paso a paso, cuáles son los retos a los que se enfrenta el cliente en ese momento y las posibles actuaciones del coach en cada fase.

Con la colaboración de la prestigiosa editorial EOS, os ofrezco este editorial eos

libro práctico, riguroso y didáctico, escrito desde el conocimiento científico de la mente humana, una interpretación integradora de las diferentes líneas de coaching y la práctica de varios miles de horas en procesos de coaching de la autora. Fundamenta y explica el proceso en todas sus facetas: desde el coach, desde el cliente y desde el propio proceso que tiene lugar.

Proporciona numerosísimos ejemplos de las preguntas posibles en cada momento y el por qué y para qué hacerlas en ese momento. Además, ofrece 111 técnicas, muchas de ellas desarrolladas por la propia autora, para que el coach pueda contar con recursos que le permiten acompañar al cliente desde la flexibilidad y el respeto al cliente y facilitar de forma más eficiente sus procesos.

Este libro pone en valor al coaching como método para alcanzar resultados extra-ordinarios, sistematizar su práctica con el rigor y las evidencias que aporta la fundamentación psicológica que explica los procesos implicados en el cambio, necesarios para conseguir esos resultados y mostrar la intensa preparación y dominio técnico que un coach necesita para acompañar en sus procesos de coaching.

«Es el manual con el que yo hubiera querido contar cuando me formé en coaching y que querría tener siempre como libro de consulta para afianzar y mejorar mi práctica de coaching».

«La mejor manera de hacer es ser».  Lao Tsé, s. IV a.C.

 http://eos.es/catalogo/libros/emocional/manual-del-coach-detail.html

Disponible ya en librerías.