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LLAMANDO AL CORAJE

Esta ha sido mi conferencia de esta semana: «llamando al coraje», un título de lo más sugerente y, llamándolo, he vuelto a plantearme qué nos hace salir adelante cada día, a pesar de las malas noticias, de las traiciones y ataques, de los miedos y los sinsabores.

“Llamando al coraje” esta semana con el #DPOP de CIVSEM, gracias CIVSEM y @Miguel Angel Velázquez, por darme de nuevo la oportunidad, ya son muchos años despertando juntos la reflexión sobre nuestra responsabilidad en elegirnos y disfrutando del encuentro con grandes personas dispuestas a pensarse y repensarse para ser mejores personas, para vivir con más sentido su vida y sentirse mejor consigo mismos.

El tema del coraje es uno de mis favoritos, siempre me ha despertado la curiosidad qué hace que una persona se enfrente a sus retos diarios, no sólo a grandes hazañas sino a esas hazañas diarias de levantarte y elegir cómo vas a vivir ese día, algo, que a veces, hacemos con voluntad y con mucho esfuerzo.

El coraje junto con el conocimiento y sabiduría, la humanidad, la justicia, la templanza y la trascendencia es uno de los fenómenos psicológicos que la Psicología Positiva denomina virtudes. Lo interesante de estos fenómenos es que tienen que ver con la esencia de lo humano y la calidad personal que tenemos.

Cuando el coraje forma parte de nuestro bagaje, le echamos valor para vivir. Entre los elementos que forman el coraje está la vitalidad, la autenticidad, la persistencia y la valentía.

Cuando pregunto a los participantes a quiénes consideran personas con coraje siempre citan a grandes personajes de la historia: Gandhi, Mandela, Helen Keller, Nadal. Y mi pregunta siempre es ¿Y tú? ¿Has tenido coraje alguna vez en tu vida? ¿Has sido alguna vez valiente? ¿Qué hiciste que marcó la diferencia en tu vida?

Es un momento de gran impacto en mi intervención porque de repente, se dan cuenta de que todos y cada unos de ellos han sido capaces de cambiar situaciones trascendentales de su vida, de hacer otras cosas, de tomar decisiones difíciles, de seguir su propio camino. Lo que han ganado con ello ha sido asertividad, autoestima, confianza, vivir para mí y por mí, fuerza, satisfacción. Practicar el coraje te hace tener más coraje, al igual que la práctica hace el músculo, las fortalezas y virtudes psicológicas también crecen con la práctica.   

La valentía no sólo nos lleva a hacer actos de gran visibilidad y trascendencia heroica. Cada día la ponemos en práctica en sus tres vertientes:

  1. Valentía psicológica: enfrentando con valentía nuestros conflictos internos, nuestro mundo interior, nuestros miedos, inseguridades y preocupaciones.
  2. Valentía moral: manteniendo criterios éticos y valores morales en momentos difíciles aún a riesgo de oponerse a otros.
  3. Valentía física: actuar ante un riesgo físico.

No es necesario ser un héroe de película para darte cuenta de que eres un gran héroe. Como yo les decía estáis llenos de coraje, “corajudos” es un adjetivo que podemos apuntarnos.

Necesitamos empoderarnos, coger fuerzas para afrontar cada día las múltiples vicisitudes y los bloqueos y las dificultades que nos vamos a encontrar y no estamos obligados ni a ser los más valientes, ni a ser los más persistentes, ni a luchar sin parar. Parte de nuestra naturaleza humana es darnos cuenta de dónde estamos y cómo y esa capacidad de reflexionar, el metapensamiento, es lo que nos hace realmente más poderosos al dotarnos de perspectiva para actuar.

Algunos de mis clientes de psicología-coaching vienen buscando estar bien, en paz, su falta de bienestar se traduce en un malestar difuso que les lleva a no darse cuenta de la fuerza que tienen para vivir bien. Y todos tenemos esa fuerza, ese coraje interno que nos hace salir de las dificultades, levantarnos cada día y hacer que nuestra vida y la de los demás sea mejor o tal vez dediquemos nuestra fuerza a que la vida de los demás sea peor, que los hay.

En estos momentos en los que se habla de la necesidad de cuidar la salud mental de las personas y que el bienestar psicológico se ha convertido en un tema de empresa, hablar de las fortalezas y virtudes psicológicas es hablar de la capacidad humana para regenerarnos y progresar. El papel de lo psicológico es crucial para entender que entre la realidad y nosotros está nuestra mente y el procesamiento de la información que hacemos, la interpretación que le damos a los hechos es lo que marca la diferencia en nuestro malestar o nuestro bienestar.

En cualquier caso, el coraje es una palabra que deberíamos tener muy presente para ser conscientes de quienes somos y de cómo vivimos nuestra vida.

¿Por qué las personas somos capaces de venirnos arriba?

“Freud y Schopenhauer dijeron que lo mejor que podemos hacer en la vida es no sufrir, no ser miserables. Es falso. Si simplemente existes para eliminar la miseria, no haces suficiente para tu empresa, país o para ti mismo”. Así de contundente empezó  Seligman una de sus masterclass.

Si hay algo que ha puesto en boca de todos el COVID19 es que la ciencia existe y es capaz de mejorar nuestras vidas. Sin embargo, desconocemos en gran medida qué es una ciencia, cómo actúa para que sea tal y sobre qué trabaja. Pensamos que los científicos están en los laboratorios, con bata blanca y tubos de ensayo pero ese enfoque biomédico no es el único en el campo científico.

La Psicología es una ciencia que nada tiene que ver con la popular afirmación de “yo tengo mucha psicología” que te puede decir cualquier vecino.

Como cuerpo de conocimientos confirmados y en desarrollo y sometidos a una férrea ética profesional, nos ofrecen cada vez más explicaciones sobre nuestra naturaleza humana y social que nos pueden permitir aprender a mejorar la calidad de nuestra vida o no cuando no se utilizan o se utilizan indebidamente.

Se suele identificar Psicología con el tratamiento de trastornos, dificultades y enfermedades mentales. Es conocido que hablando de estrés, ansiedad, burnout, depresión, fobias, traumas, obsesiones, adiciones, etc., es al profesional de la Psicología al que hay que acudir como único profesional sanitario acreditado oficialmente para atender estos temas. Estos casos, en los que el objetivo es recuperar a una persona, reparar y mejorar su equilibrio, son los más conocidos y, es normal que se asocie Psicología con el malestar psicológico.

Sin embargo, en Psicología también se hace asesoramiento psicológico que permite a una persona resolver su día a día con más facilidad. Y, también, se trabaja para optimizar situaciones que ya son de buen funcionamiento y sobre las cuales se quiere ir a más. Imaginemos por un momento a un deportista que tiene buenos resultados pero que quiere optimizarlos y mejorar sus marcas. Ahí entra la Psicología deportiva con una larguísima tradición en trabajos y publicaciones científicas desde los años 10 del siglo XX. La Psicología de Alto Rendimiento tiene una larga tradición no sólo en contexto deportivo, sino escolar y la Psicología del Trabajo trabaja con equipos de alto rendimiento en las organizaciones. La Psicología Coaching trabaja justo en este enfoque de ir a más, de conseguir una optimización de resultados y una mayor nivel de excelencia de la persona.

Recuerdo que siendo una niña leía historias de héroes y heroínas y me preguntaba de dónde sacaban la fuerza para hacer aquellas heroicidades. Desde entonces mi interés por conocer lo que hace que las personas se sientan capaces, superen las limitaciones y adversidades, se planteen retos ambiciosos y quieran escribir su futuro me ha llevado a trabajar con Psicología Coaching y a estudiar diferentes teorías y enfoques que precisamente se centran en la fuerza de la persona y en cómo hacer que vaya a más. Sea en deporte, en ámbito escolar, en relaciones, en trabajo, en la construcción de uno mismo, la Psicología Humanista nos ofrece un marco inigualable, la Psicología del alto rendimiento, unos protocolos formidables y la Psicología Positiva unas explicaciones útiles y potentes.

¿Qué es la Psicología Positiva?

Una de las corrientes más recientes en la Psicología, es la de la Psicología Positiva. Su fundador, Martin Seligman, materializó una inquietud por conocer aquello que da fuerza y voluntad a las personas, ya presentada en los años 50 del siglo XX por la Psicología Humanista. Esto significó un cambio de enfoque en la Psicología poniendo el foco en la parte fuerte y positiva del ser humano y no en la disfunción mental.

Es curioso conocer cómo Seligman llegó a este enfoque. Él era un gran especialista en uno de los fenómenos más dolorosos de la psicología tanto humana como de los mamíferos superiores, “la indefensión aprendida”. Este fenómeno muestra la desesperanza, desolación y parálisis asociada ante una situación en la que ves que hagas lo que hagas no puedes cambiar lo que está ocurriendo. No consiste sólo en “tirar la toalla” sino en algo mucho más íntimo y con enormes consecuencias, pierdes la fuerza, incluso, para querer seguir viviendo. En un momento de su carrera Seligman se planteó que sí, que las personas nos veníamos abajo pero qué, también, nos veníamos arriba, justo la situación contraria, y se preguntó ¿qué hace que una persona afronte una situación difícil, se crezca y se venga arriba?

El desarrollo de la Psicología Positiva ofrece un marco conceptual y metodológico de sumo interés puesto que está orientada a mejorar la calidad de la vida psicológica de las personas. Es, el estudio científico del funcionamiento positivo de las personas (Seligman, 1992, p.96).

Como dice Seligman:

“La psicología no es una mera rama del sistema de salud pública, ni una simple extensión de la medicina, nuestra misión es mucho más amplia. Hemos olvidado nuestro objetivo primigenio, que es el hacer mejor la vida de todas las personas”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud no como la ausencia de enfermedad, dificultad o discapacidad sino como “el completo estado de bienestar físico, psicológico y social”. Es este el terreno en el que la Psicología Positiva aporta enfoque, criterios y técnicas.

La Psicología Positiva como disciplina científica se centra en el estudio de las experiencias subjetivas positivas (la satisfacción, el optimismo, la tranquilidad, la inspiración, el flow, etc.), las fortalezas del carácter (curiosidad e interés, perseverancia, liderazgo, autorregulación…) y las organizaciones positivas (enfocadas en cómo, a nivel colectivo, se puede impulsar a las personas hacia la mejora). Pone el foco científico en identificar los pilares de la plenitud y realización de las personas y estudia la Felicidad, el Éxito y el Bienestar.

Por favor, no confundamos felicidad con la moda hedonista de estar feliz a todas horas y en el trabajo con una sonrisa de emoticono como si fueramos el Joker de Batman.

Como bien ha estudiado Seligman y otros colegas la felicidad tiene mucho más que ver con el sentido que le das a tu vida y el propósito que le otorgas.

“Es potenciar el funcionamiento óptimo del ser humano y tratar de descubrir y promover aquellos factores que permiten prosperar tanto a los individuos como a las sociedades” (Fredrickson y Csikszentmihalyi, 1999). 

Con este abordaje, se contrarresta la visión con la que mucha gente que desconoce el alcance de la Psicología la identifica como disciplina “únicamente” reparadora de situaciones de debilidad, incapacidad o patología psicológicas y sociales.

La Psicología Positiva se centra en el bienestar de las personas. Propone una visión constructivista, enfocada a las cualidades que como especie “sapiens” nos hacen ponernos metas, superar las dificultades e ir más allá, buscando hacerlo cada vez mejor.

Trabaja con aquello que nos hace fuertes y ha identificado varios conceptos que se hacen ya imprescindibles en la psicología: fortalezas, virtudes, bienestar y estados de Flow.

Estos conceptos nos van a ayudar a comprender de dónde sacamos la fuerza, el empoderamiento y la valentía para vivir cada día.

Las fortalezas se organizan en torno a las virtudes.

Puede conocer tus fortalezas en la página de la Universidad de Pensilvania http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx

  • Seligman, Martin E. P. (2005). La auténtica felicidad. Ediciones B.
  • Seligman, M. & Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive Psychology: An introduction. American Psychologist, 55 (1), 5-14.        [ Links ]

El difícil papel de los directores de personas en la vuelta al trabajo

gestionemocionalEstamos viviendo un tiempo donde las emociones se han impuesto en nuestra vida. Por un lado, el miedo al contagio por el #COVID19 y a contagiar, por otro, la rabia por la pérdida de libertad y la gestión que se ha venido haciendo desde el gobierno, por otro, la tristeza por la pérdida de allegados, conocidos y seres humanos, en general. Eso en el supuesto de que, además no hayamos perdido el trabajo, nuestro medio de subsistencia y la dignidad de la autonomía personal.

Volver al trabajo no va a significar correr una cortina y ya está, todo ha quedado atrás.

Volver al trabajo lo hacemos con todo ese vaivén de emociones negativas que como un péndulo constante fluctúa entre unas y otras y no nos deja cambiar el tono emocional.

El riesgo psicosocial en el trabajo se dispara en esta situación. La probabilidad de accidentes, de desencuentros, de conflictos, de bajas médicas, de absentismo mental, de desconexión de la empresa y de somatizaciones como problemas de sueño y desconexión mental,  de stress en general, seguro que es mayor, mucho mayor, porque nuestra mente no está disponible para concentrarnos en el trabajo. Es como si tuviéramos un programa que da error abierto en el ordenador mientras intentamos seguir trabajando.

Cuando las emociones negativas imperan en nuestra vida con la intensidad y permanencia como lo están haciendo ahora sus efectos sobre nuestra mente y cuerpo son importantes, dejan huella y, en algunos casos, traumática, hasta el punto de que necesiten ayuda de profesionales de la psicología.

Una experiencia tan intensa y prolongada de emociones negativas tiene importantes efectos. Perdemos la confianza en la vida, que ahora vemos tan frágil, perdemos la confianza en los otros, que ahora vemos como fuente de contagio y a los que no nos podemos arrimar porque son, en sí mismos, una amenaza, perdemos la confianza en nuestros dirigentes y no creemos que sus decisiones sean las mejores para nosotros, incluso, perdemos la confianza en nosotros mismos y pensamos que no vamos a poder recuperarnos de ésta.

Cuando la mente piensa sólo desde una perspectiva emocional ve la vida en términos dicotómicos de todo o nada, amigo o enemigo, blanco o negro. Para tener perspectiva y analizar los hechos y separarlos de nuestros sentimientos necesitamos la mente analítica que, en estos momentos, ha pasado a la reserva, a un segundo plano, como consecuencia de la intensidad del peligro en el que estamos viviendo desde hace meses.

En definitiva, volvemos al trabajo con nuestra mente y cuerpo sintonizados con el peligro, llenos de sentimientos negativos y en una parálisis cognitiva para movernos en este mundo ya no #VICA (Volátil, incierto, complejo, ambiguo) sino #VICAI (Volátil, incierto, complejo, ambiguo, inseguro)

Y, con toda esa carga emocional volvemos al trabajo. ¿Cómo dirigir a las personas en esta situación donde el trabajo emocional es tan intenso?

Es un enorme reto para los directores de personas, sea cual sea el tamaño y sector de actividad porque ellos mismos están inmersos en esta dinámica de emocionalidad negativa y VOCAI.

¿Cómo dirigir a las personas en este entorno? No cabe otra línea que la de generar proyección, confianza, perspectiva, la de promover la proactividad y la colaboración, pero ¿cómo hacer todo esto cuando el tono emocional es tan negativo?

El ser humano tiene una capacidad inmensa de autoregeneración, es capaz de sacar fuerza de flaqueza, incrementar su resiliencia, adaptarse a las circunstancias y responder de forma novedosa y eficaz a los retos del medio ambiente. Esta es la historia de la humanidad vista en términos de evolución y grandeza.

Contamos por lo tanto, con un medio adverso y unos recursos potentes, sólo falta ser conscientes desde dónde los aplicamos ¿desde las emociones negativas? Será complejo y limitado en este caso, siempre en la lucha, siempre en lo que falta y en la defensa de lo nuestro. Pasar a una emoción de aceptación que genere confianza va a ser el gran reto de los dirigentes en, al menos el próximo año y medio, porque si no,…

O cuidamos la emocionalidad colectiva de nuestra organización o los trabajadores van a enfrentarse a una situación difícil, nueva y muy, compleja sin los recursos mentales necesarios para ello.

Es responsabilidad de la organización cuidar de la salud laboral de sus trabajadores y esto incluye su salud psicológica.

Si quieres saber cómo hacerlo en este curso podrás conocer las claves para esa gestión emocional de las personas de tu empresa.

https://cutt.ly/jybTNhk

 

¿Psicología Positiva y Coaching?

permaMucha gente entiende la Psicología como el tratamiento de trastornos y dificultades, sin embargo, eso sólo es una de las aplicaciones de la psicología: la clínica, dirigida a personas que necesitan una ayuda profesional para salir de dónde están en temas como estrés, depresión, fobias, traumas, etc. En estos casos, se pone el foco en lo que está mal en la persona y se interviene para que pueda reparar o conseguir una mejora en su equilibrio.

La aplicación de la psicología con personas que simplemente quieren optimizar su situación, potenciar al máximo su funcionamiento, ir a más, resolver situaciones críticas o conseguir un alto rendimiento se ha aplicado simultáneamente a la psicología clínica, tanto en entornos empresariales, deportivos, escolares, como personales. Ahí se trabaja con aquello que nos hace más humanos, nuestra motivación, nuestra actitud, nuestras fortalezas y, todo ello, naturalmente, con un enfoque científico. Ejemplos de ello son la Psicología Humanista, la Psicología del Trabajo, la Psicología Coaching, la Psicología de Alto Rendimiento y la Psicología Positiva.

Veamos por qué la Psicología Positiva es tan útil al hacer Coaching. Esta Psicología+, como diría su iniciador, Seligman, está orientada a mejorar la calidad de la vida psicológica de las personas:

 “La psicología no es una mera rama del sistema de salud pública, ni una simple extensión de la medicina, nuestra misión es mucho más amplia. Hemos olvidado nuestro objetivo primigenio, que es el hacer mejor la vida de todas las personas” Martín Seligman

La Psicología Positiva pone el foco científico en identificar los pilares de la plenitud y realización de las personas y estudia la Felicidad, el Éxito y el Bienestar.

“Es potenciar el funcionamiento óptimo del ser humano y tratar de descubrir y promover aquellos factores que permiten prosperar tanto a los individuos como a las sociedades” (Fredrickson y Csikszentmihalyi, 1999). 

El Dr. en Psicología Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania, después de muchos años de investigación, desarrolló en su libro “La auténtica felicidad” (2002),  “Las 3 vías hacia la Felicidad”:

  • La vida placentera.
  • La vida comprometida.
  • La vida significativa.

 

“Freud y Schopenhauer dijeron que lo mejor que podemos hacer en la vida es no sufrir, no ser miserables. Es falso. Si simplemente existes para eliminar la miseria, no haces suficiente para tu empresa, país o para ti mismo”. Así de contundente empezó  Seligman una de sus marterclass.

Elementos imprescindibles de este libro son: las Virtudes y Fortalezas de las personas sobre las cuales nos construimos y crecemos.

Puede conocer tus fortalezas en http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx

Sin embargo, se comprobó que el concepto de felicidad resultaba de alguna forma simplista, pobre y cuantitativo, resultaba monista (de una sola causa u origen) en el sentido de Aristóteles, para explicar cómo las personas se crecen, superan y sienten satisfacción con su vida.

No obstante estas aportaciones científicas y otras similares, como los estudios aportados por el Profesor José Mª Peiró  vivimos un crecimiento desproporcionado de “la búsqueda de la felicidad”, parece que esa es la finalidad de la vida. Incluso podemos ver en todos los medios cómo hay empresas que dicen que se ocupan de la felicidad de sus trabajadores, o multitud de ofertas de actividades que dicen ayudarte a ser más feliz.

Seligman fundamentó en 2011 la Teoría de Bienestar y “Florecimiento”, en  su nuevo libro “Flourish” (Florecer),  en la que presenta el constructo de bienestar como una fórmula única en la que se integran diferentes variables. Para que lo entendamos, Seligman hace una analogía entre el “tiempo” metereológico y el bienestar. El tiempo no es en sí mismo, ni por sí mismo, ni se puede medir, pero está. Se construye de varios elementos, cada uno mensurable y objetivable: la temperatura, humedad, velocidad, viento, presión barométrica, etc. Igualmente el constructo de bienestar no es algo en sí mismo, sino que se compone de diferentes elementos, a su vez mensurables y diferenciables.

Estas variables que conforman el bienestar son conocidas por el acrónimo P.E.R.M.A., por sus siglas en Inglés,  (Positive Emotions, Engagement, Relationships, Meaning & Achievement). La combinación de estos elementos es lo que lleva a un determinado nivel de satisfacción y motivación que percibimos las personas como un determinado nivel de bienestar.

Esta Teoría del Bienestar (Modelo PERMA) es descriptiva y no prescriptiva. Es decir, se trata de una fórmula personal en la que se combinan los elementos según la elección libre de cada persona para incrementar su bienestar y, no responde, en ningún caso, a las prescripciones de otras personas sobre cuál sería la fórmula personal idónea.

Cada elemento del bienestar que recoge el Modelo PERMA cumple tres propiedades:

  1. Contribuye al bienestar de la persona.
  2. La persona lo busca como un fin en sí mismo y no como un medio instrumental para conseguir otros elementos.
  3. Es independiente de los otros elementos.

 

¿En que consiste el  “P.E.R.M.A.”?

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¿Cómo facilita la Psicología Positiva el proceso de Coaching?

  1. Da sentido al cambio

Lo que define la esencia de un proceso de Coaching es el cambio en la acción, pero muchas veces ese cambio es un fin en sí mismo y, además, requiere un alto coste para la persona.

Una mecedora se mueve constantemente pero no va a ningún lado.

Unas veces por falta de dirección, a pesar de que se pudiera estar trabajando desde la visión, y otras por falta de fundamento, el cambio resulta costoso y no se mantiene en el tiempo más que lo mínimo.

Aquí entra la Psicología+ para ofrecernos:

  1. Dirección
  2. Coherencia
  3. Equilibrio
  1. Nos ofrece un mapa de desarrollo

Con ella no sólo podemos trabajar desde nuestros valores, virtudes y fortalezas, tenemos además un mapa por el que dirigir nuestros pasos para mejorar nuestra calidad de vida psicológica. Sea en procesos ejecutivos o life Coaching, siempre, quien hace el cambio es la persona y es ella la que tiene que elegir los pasos que quiere dar para conseguirlo.

Su objetivo es incrementar el “Florecimiento” de la propia vida y en su relación con las demás personas.

  1. Pone en valor lo mejor de nosotros mismos

Los elementos del modelo PERMA se sustentan en las Fortalezas Personales. Cuando somos conscientes de ellas y las ponemos en práctica, se incrementa nuestro sentido de logro, mejoran nuestras relaciones y nuestras emociones positivas.

  1. Nos ofrece multitud de ejercicios para incrementar nuestra calidad de vida psicológica

Los elementos PERMA son desarrollables, forman parte de nuestra inteligencia emocional y siempre estamos aprendiendo e incrementándola. Con sencillos ejercicios, podemos incrementar cada uno de los elementos del PERMA.

El cómo decidimos vivir nuestra vida está totalmente relacionado con estos cinco pilares del bienestar: emociones positivas, compromiso, relaciones, sentido y logro.

Algunas personas cuando oyen hablar de fortalezas, de inteligencia emocional, de psicología positiva puede pensar en “humo”, en temas irrelevantes o banales, sin embargo, la pregunta es sencilla, ¿sabes de dónde sacas la fuerza para afrontar tus retos cada día y sobreponerte a las dificultades?

A mí siempre me ha fascinado esa pregunta, qué hace que la gente se supere, se crezca, evolucione y se adapte con éxito permanentemente ante las circunstancias de la vida. Es algo que gracias a la psicología he podido ir comprendiendo y gracias a la psicología positiva aplicada en el Coaching implementar en los procesos de Coaching que acompaño.

La conclusión es que la calidad de nuestra vida es el resultado de la calidad de nuestra vida psicológica, que entendemos como nuestro grado de bienestar.

Este bienestar es una combinación de emociones y relaciones positivas, compromiso y sentido con lo que hacemos y el logro que alcanzamos.

La forma de mejorar nuestra calidad de vida es maximizar estos cinco elementos en su totalidad.

En el próximo post conoceremos algunos ejercicios para conseguirlo.